Cuatro décadas abordando temas sociales con creatividad y diversión, sin perder el compromiso con la justicia, solidaridad e igualdad que tanto necesitamos para construir un mundo más humano y sostenible. La Promotora de Acción Infantil (PAI) lleva más de cuarenta años educando a través de juegos, teatro, canciones, etc… y a través de ellos luchando por construir un mundo más justo. Por eso, la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS) ha reconocido la trayectoria de la PAI por su especial relevancia en el mundo de la cultura a través de una Educación Transformadora y le ha hecho entrega del premio a la Trayectoria Solidaria 2022 en un acto que ha tenido lugar el martes, 29 de noviembre, en el antiguo salón de plenos de la Diputación Provincial de Zaragoza.
Desde su creación en 1979, un equipo (actualmente son once) de personas comprometidas y con inagotable talento han creado obras teatrales, performance, juegos, talleres, danzas, cuenta cuentos, animaciones y murales que no solo han entretenido a las personas, sino que además han facilitado información y sensibilizado sobre cuestiones vitales para nuestra sociedad, señalan desde la FAS. El imaginario de este colectivo ha impulsado, señalan, actividades con una metodología de intervención socioeducativa, llevando mensajes de transformación social y creando ciudadanía global desde la pequeña infancia. Todo condimentado de creatividad, risas y juegos por un desarrollo sostenible, con una gran contribución a la Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global.
Además, durante muchos años han colaborado con otras organizaciones y movimientos sociales y continúa reafirmando su compromiso social en construir un tejido social sólido, basado en la solidaridad y la cooperación. Son, dicen, referentes en Aragón, pero también han llevado este mensaje por la geografía española y otros países como Francia, Portugal, Italia, Argentina, Brasil, Colombia o Puerto Rico.
Entre sus propuestas creativas destaca la Linterna mágica, el Festival Cucú, destinado a bebés, el Espacio Bebé, ahora cerrado, o el espacio Río y Juego, que hace las delicias de los pequeños (y no tanto) cada Pilar, con gran acogida entre el público.
