El proyecto Future We Don’t Want es una colaboración entre C40 Cities, Global Covenant of Mayors, Acclimatise y la Red de Investigación sobre el Cambio Climático Urbano (UCCRN), cuyo objetivo es comprender y
Comunicar los desafíos clave que las ciudades enfrentan y seguirán enfrentando como resultado del cambio climático. Estas cuatro organizaciones se han unido para ilustrar los riesgos únicos que el cambio climático plantea para ciudades a través de un análisis científico de datos globales, así como compartir respuestas urbanas a esos riesgos a través de ejemplos de estudios de caso de experiencias urbanas del mundo real y líneas narrativas.
Este Informe Técnico destaca el análisis de datos y los estudios de casos desarrollados por Urban Climate Red de Investigación del Cambio para este proyecto. Sirve como base para construir narrativas y claves.
herramientas de comunicación sobre los impactos globales del cambio climático en las ciudades y sus respuestas que servir como inspiración para otras ciudades que buscan construir sus propios planes de resiliencia.
Cada año se añaden 67 millones de nuevos habitantes urbanos. Gran parte de esta rápida urbanización se debe teniendo lugar en los países en desarrollo. Se estima que para 2030 el 60 por ciento de la población mundial será viviendo en zonas urbanas. Esa cifra seguirá aumentando hasta mediados de siglo, cuando más del 65 por ciento de la población mundial.
Se prevé que la población viva en ciudades (IPCC, 2014). Este crecimiento urbano rápido y sin precedentes plantea muchos desafíos urbanos, incluso sin la presión adicional del cambio climático. Sin embargo, mientras que el mundo la población urbana sigue creciendo, las ciudades y las personas que viven en ellas serán cada vez más vulnerables a extremos climáticos, incluidas olas de calor más frecuentes, más largas e intensas, exacerbadas hacia el interior inundaciones por fuertes aguaceros e inundaciones costeras prolongadas debido al aumento del nivel del mar.
El cambio climático ya está en marcha y es cada vez más necesario que las ciudades planifiquen e implementen soluciones en respuesta a una variedad de peligros climáticos que corren el riesgo de afectar la salud y el bienestar de residentes, así como las economías urbanas y los sistemas de infraestructura. El 70 por ciento de las ciudades ya están abordando con los efectos del cambio climático, y casi todos están en riesgo. Por ejemplo, más del 90 por ciento de todas las zonas urbanas las áreas son costeras, lo que pone a la mayoría de las ciudades del mundo en riesgo de inundaciones debido al aumento del nivel del mar y
poderosas tormentas. Los efectos financieros del cambio climático pueden ser tan devastadores como los físicos y las perturbaciones inesperadas debidas a tormentas, inundaciones y sequías pueden provocar perturbaciones importantes en la ciudad operaciones gubernamentales y empresariales.
A la luz de este desafío global, muchas áreas urbanas han comenzado desarrollar estrategias de resiliencia que abarquen estructuras integradas, conductuales, programáticas y enfoques basados en la naturaleza.