El último vecino de Galve mide 8,5 metros de alto, 18 de largo y pesa cerca de 2 toneladas. Se trata de la reproducción de un Galvesaurus a tamaño real que se incluido en la Ruta de la Chopera, un recorrido de reproducciones de dinosaurio que, siguiendo el curso del agua, ayuda a descubrir hasta cinco ejemplares distribuidos entre una importantes arboleda de chopos cabeceros.
Este lunes se inauguró esta reproducción del segundo gran saurio descubierto en Aragón, después del Tiranosaurus Riodevensis, que fue el primero, además, en reseñarse en el territorio nacional. Siguiendo la ruta es fácil ver la silueta del saurio irguiéndose sobre las copas de los árboles trasmochos hasta que, junto a un enrome chopo de más de nueve metros de circunferencia, aparece, en una postura dinámica de caminar apoyado sobre tres de sus cuatro patas, la figura completa del animal que habitó ese terreno hace 150 millones de años.