El cambio climático constituye uno de los principales riesgos para la salud en el mundo en general y en España en particular. Entre los años 1993 y 2022 se registraron más de 765.000 muertes en todo el mundo causadas por eventos meteorológicos extremos. Las pérdidas económicas directas supusieron cerca de 3,8 billones de euros. Las tormentas, en particular, causaron daños por 2,2 billones de euros.
Desde 1970 las muertes vinculadas al cambio climático, crecieron un 45% y las pérdidas económicas un 74%.
Pese a esta evidencia, los gobiernos de gran parte de los países del mundo, incluidos las principales potencias económicas, comerciales y más contaminantes como la Unión Europea, Estados Unidos, China o India, realizan en la práctica escasos esfuerzos reales para frenar o paliar sus consecuencias. En grado máximo, los nuevos gobiernos ultraconservadores como el de Donald Trump en Estados Unidos o Milei en Argentina niegan dicha evidencia, y apuestan por potenciar la extracción y utilización de combustibles fósiles, e incluso prohíben hablar de Cambio Climático en las escuelas.
El Fondo Verde para el Clima, creado en 2011 por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, para contribuir a la consecución de los objetivos de mitigación y adaptación al cambio climático de la comunidad internacional asciende a una financiación de 286.000 millones de euros (a pagar hasta el 2035) lo que supone una respuesta mínima a la disparada crisis climática, dado que se estima que los daños globales anuales ascenderán a 38.000 millones de dólares anuales en 2050.
En la Unión Europea, en los últimos 30 años, las pérdidas económicas por incendios forestales ascendieron a más de 6.680 millones de euros y las inundaciones afectaron a 5,5 millones de personas, causando más de 3.000 muertes, y suponiendo un daño económico de más de 170.000 millones de euros.
En España el cambio climático causa más de 8.000 muertes al año por la exposición al calor extremo, las inundaciones o la contaminación atmosférica. Asimismo, la renta media se reducirá en un 18% en 2050 si la comparáramos con un escenario sin cambio climático.
La mitad de los daños humanos y económicos causados por catástrofes en los últimos cincuenta años están relacionados con el agua y el clima. Solo los desastres relacionados con el agua representan el 50% de todas las catástrofes.
De las 10 principales catástrofes registradas desde 1970 al 2019, las que han provocado la mayor cantidad de víctimas han sido las sequías con 650.000 muertes; seguidas por las tormentas, con 577.232; las inundaciones, con 58.700; y las temperaturas extremas, con 55.736.