En esta tercera edición del estudio de percepción se ha realizado una encuesta representativa de la población española (con un aumento de la muestra hasta 3.280 personas, encuestadas entre febrero y marzo de 2025), tanto a nivel nacional como por comunidades autónomas. El objetivo del estudio es generar conocimiento riguroso y promover el diálogo para facilitar una transición ecológica justa, ofreciendo herramientas para orientar las estrategias de los distintos actores implicados.
En esta nueva edición, además de realizar un análisis de las tendencias sobre dimensiones de la transición ya tratadas en anteriores ediciones, se incluye un nuevo módulo relativo a las pautas de movilidad de la población.
Si bien persiste el amplio consenso sobre la existencia del cambio climático, se confirma una leve tendencia de erosión de su percepción, especialmente entre la población joven, de 18 a 30 años. No obstante, en 2025 se observa un aumento de la vinculación de los fenómenos meteorológicos extremos con los efectos del cambio climático (las temperaturas extremas, 57%, y las inundaciones provocadas por lluvias torrenciales, 49%). En este escenario, la mayoría de la población sigue considerando prioritaria la lucha contra el cambio climático (63%), aunque su preocupación cae levemente (5 puntos).
La transición ecológica es un concepto cada vez más conocido por la población: el 47% dice conocerlo y entenderlo, mientras un 33% lo ha escuchado, aunque no conoce bien su significado. Una vez compartido su significado, se observa un aumento de la percepción de los impactos socio-económicos de la transición ecológica sobre la convivencia social, y de transformación del mercado laboral en el entorno más cercano, tanto en términos de generación de nuevos empleos (49%), como de posible destrucción (44%); en este sentido, la quinta parte de la población ocupada sigue pensando que su empleo puede verse muy afectado por la transición ecológica. La asociación del proceso de transición ecológica con un potencial encarecimiento de la vida de las personas sigue latente, suponiendo un riesgo para la deslegitimación del proceso (solo el 23% cree que puede disminuir el coste de la vida).
Por otro lado, persiste una percepción positiva de los potenciales impactos del proceso de transición ecológica en el medioambiente, especialmente en lo relativo a la reducción de la contaminación del aire y el agua, y la mejora en la limpieza de entornos urbanos, y sobre la salud (el 67% y el 62% considera respectivamente que la transición puede tener un impacto positivo).
En esta edición se confirma la tendencia descendente de apoyo al impulso de las energías renovables solar y la eólica, aunque siguen siendo las más apoyadas (más de un 80% de la población). En cambio, otras tecnologías como los biocombustibles y el hidrógeno verde ganan apoyo, así como algunas energías convencionales.
Acceso al documento, resumen ejecutivo y dashboards interactivos