gobierno_aragon-logo

La familia Burillo Royo de Alacón, premiada por su buen hacer ganadero

Oviaragón y Upra reconocen el valor de las explotaciones más sostenibles.

La familia Burillo Royo, de Alacón, obtuvo el segundo accésit en la XII Edición de los Premios a la Biodiversidad de la Unión de Productores de Rasa Aragonesa (Upra) y Oviaragón, que ponen en valor “la necesaria actividad del pastoreo ovino, tan importante para nuestro entorno y la sostenibilidad rural y natural” porque contribuyen “al equilibrio medioambiental y la biodiversidad”.

Así lo apuntan las dos asociaciones organizadoras, ambas integradas en Pastores Grupo Cooperativo, en una nota de prensa conjunta con la Feria Agrícola y Ganadera Expoforga, colaboradora de unos galardones en los que el jurado técnico especialista ha distinguido también con un primer accésit al ganadero José Ángel Sanz Campo, de Javierregay (Huesca), y con el Premio a la Biodiversidad a la familia Peiró de Mara (Zaragoza).

Los galardones se fallaron tras unas jornadas técnicas ganaderas, con asistencia de 60 personas, que este año han llevado por título ¿Cómo mejorar la eficiencia de la producción en el ovino de carne? y en las que las principales conclusiones fueron que las herramientas que permiten valorar la fertilidad de los machos, así como la mejora en los manejos para conseguir una edad más temprana en el primer parto de las ovejas, pueden ayudar de una forma importante a conseguir explotaciones más rentables.

El pastoreo en Alacón

La familia Burillo Royo desarrolla su labor en las Cuencas Mineras. Sus 600 ovejas ojinegras, con pastoreo conducido, aprovechan “a base de horas” los páramos secos alfombrados de tomillo, romero y salvia que producen un Ternasco de Aragón exquisito, comercializado por Oviaragón-Grupo Pastores desde el año 1988.

Diariamente, las ovejas ajardinan con sus dientes cultivos, barbechos y montes en Los Planos, Borón, el Puerto y las lomas, o en los barrancos de Mortero, Vicen o Pellejas, que desde hace más de 6.000 años nos descubren el paso de sus moradores con ganado.

Jorge es heredero de una familia de pastores de toda la vida. Comenzó temprano, a los 14 años, siguió con su cuñado José y hoy es su hija Raquel quien pone toda su energía y su juventud en continuar con la actividad de la explotación familiar, explica Oviaragón, que recuerda que la ganadería extensiva –ovejas, vacas, caballos y cabras– es parte de la solución para mostrar la biodiversidad en todo su esplendor. Entre otros beneficios, previene la arbustización, conserva montes, previene incendios y fertiliza el suelo, amén de su importancia económica y social en áreas rurales donde prima la despoblación.

Fuente: Diario de Teruel

Comparte en tus redes sociales