San Juan del Flumen se convirtió, el pasado fin de semana, del 29 y 30 de noviembre, en el epicentro de la micología aragonesa al acoger la undécima edición de las Jornadas Micológicas de Los Monegros. Este encuentro, que ya se ha consolidado como una cita imprescindible en el calendario cultural y científico de la comarca, reunió a más de medio centenar de participantes entre aficionados, expertos y vecinos, que compartieron experiencias en torno al mundo de las setas y su relación con el medio ambiente.
La apertura tuvo lugar en la tarde del viernes, con la bienvenida oficial y el agradecimiento de la Asociación Micológica de Los Monegros al apoyo recibido por parte de la Comarca de Los Monegros, el Ayuntamiento de Sariñena y las autoridades presentes.
“En este acto se recordó el trabajo que la entidad viene desarrollando para dar a conocer la micología monegrina, un esfuerzo que ya trasciende el ámbito nacional y alcanza proyección internacional, con proyectos en marcha como la formación especializada, ensayos en la producción de la trufa del desierto (Terfezia claveryi) y charlas divulgativas por los pueblos de la comarca”, explica Jesús Fantova, desde la organización.

El programa continuó con la presentación de una selección de la obra escultórica del artista monegrino Pedro Anía, en línea con el objetivo de la Asociación de convertir estas jornadas en un escaparate no solo micológico, sino también patrimonial y cultural. A continuación, el decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes en Aragón, Ignacio Pérez-Soba Díez del Corral, ofreció una conferencia sobre “Incendios forestales: sus efectos ambientales y sobre la producción de hongos”, que despertó gran interés entre los asistentes. La jornada concluyó con una cata de quesos dirigida por Nacho Robredo, de la quesería D’Estrabilla de Valsalada, cuyos productos fueron degustados con excelente acogida.
El sábado por la mañana se dedicó a la salida al campo, acompañados por micólogos, para recolectar especies que posteriormente fueron clasificadas en el taller de identificación dirigido por Luis Ballester, miembro de la Sociedad Ibérica de Micología. Pese a las condiciones climatológicas poco favorables, se lograron identificar más de un centenar de especies, descartando aquellas deterioradas por la sequía.
El domingo estuvo marcado por la gran participación en el taller de cocina micológica, impartido por el chef monegrino Eduardo Oliva, que llenó el aforo. Paralelamente, el mercadillo de productos de cercanía atrajo a vecinos y visitantes, amenizado por la música en directo de Pepelu y su grupo.
La clausura se celebró con una degustación popular de migas con setas, elaboradas por miembros de la Asociación, que puso el broche final a un fin de semana de convivencia y divulgación.
“Desde la organización agradecemos la colaboración de instituciones, vecinos y comerciantes, especialmente a quienes participaron en el mercadillo del domingo, ya que su implicación contribuye a difundir la micología de Los Monegros y a reforzar el valor del comercio local en la comarca”, concluye Fantova.



