Los pájaros del sol es el último libro realizado por el tándem Carmina Franco,al frente del relato, y Carlos Pardos ocupándose de la ilustración. Juntos ya firmaron en 2018 otra publicación, en ese caso dirigida al público infantil Las lágrimas de Endorro. Los pájaros del sol, que trata sobre grullas, se editó ya el año pasado, pero este jueves se presentó en Monreal del Campo. Carmina Franco es guía de la naturaleza en la Laguna de Gallocanta, un humedal de agua salada a medio camino entre las comarcas del Jiloca y Campo de Daroca, y una apasionada de la ornitología.
-¿De qué trata Los pájaros del sol? -Es un relato un poco distópico de un posible cambio debido a la actividad humana a efectos universales respecto a La Luz del sol que acaban equilibrando y ajustando las grullas.
-¿Es una crítica hacia el poco cuidado del medio ambiente?
-Se puede interpretar así, pero lo que he pretendido es un canto a la esperanza de todo lo que puede hacer la naturaleza para compensar y nivelar los desmanes de los seres humanos.
-Hace unos años sacó un libro infantil. ¿Qué formato literario tiene esta última obra?
-Es un relato corto y no tanto para niños, o al menos para niños más mayores, porque el público infantil lo puede leer pero el significado no lo va a entender, por eso está dirigido más bien a adultos.
-¿Dónde está ambientado?
-En Suecia.
-¿Cómo es que usted, una gran conocedora de la Laguna de Gallocanta, se ha ido tan lejos para ambientar su obra literaria?
-Por la influencia de uno de los ornitólogos suecos, Göran Lundin, que estuvo aquí muchos años. El libro está dedicado a él.
Comportamientos
-¿Son similares los comportamientos de las grullas allí, que es su lugar de cría, que aquí que están de paso?
-Sí, cambian los hábitos e incluso la manera en la que la población las percibe, que también fue un poco lo que me inspiró el relato, lo que Göran me contaba que significaba para ellos el regreso de las grullas.
-¿Están tan bien valoradas como aquí?
-Sí, claro, porque la aparición de las grullas allí les devuelve la luz del sol y el buen tiempo, son aves muy esperadas y muy queridas.
-¿Qué papel tiene la literatura para dar a conocer los valores ambientales, usted que además de escritora es guía ambiental?
-En verdad si se quiere lograr un cambio en las actitudes y los cambios de las personas tiene que ser desde la emoción, que quieran cuidar la naturaleza y el medio ambiente y el papel de los cuentos y la literatura es muy importante porque es una forma de transmitir emociones, como la música, y ayuda a conectar con más personas y desde ese punto llegar a empatizar con ciertos espacios y animales y crear un vínculo emocional que les haga favorecer la protección de ellos.
-Se han escrito muchos relatos en los últimos años. ¿Están las grullas de moda en la literatura?
-El gigante Endorro, en 2018, fue el primero, fue como un pistoletazo de salida y a raíz de ahí ha habido como una ola de relatos que estaban ya escritos en la mente de algunas mujeres, porque hemos sido todo mujeres. Estaban dormidos en nuestro sentir y han ido saliendo uno detrás de otro, nos hemos ido animando, esa es la verdad.
-¿Es más fácil llegar al público con un cuento o con las historias que les cuenta en las visitas guiadas?
-Para mí es más fácil llegar a los visitantes a través de mi trabajo porque al fin y al cabo los cuentos que escribo no dejan de ser una parte de mi intimidad y en las presentaciones no me acabo de sentir cómoda porque me veo desnuda, en el trabajo tengo un escudo, que son mis conocimientos. En los relatos es todo más subjetivo.
-¿Con qué está ahora? ¿Se plantea seguir contando historias de grullas?
-No lo sé, porque yo siempre digo que los cuentos, las historias y los relatos no los escribo, sino que me salen como de dentro. Alguno más sí que tengo, pero no sé si los llegaré a publicar.
