Cinco fuentes de Castellote, Cuevas de Cañart y Dos Torres de Mercader son los únicos lugares donde hasta la fecha se ha localizado un caracol del género Bythinella. Todas ellas se encuentran en el término municipal de Castellote y el molusco que habita en ellas es un endemismo diminuto, de entre 2 y 3 milímetros, que sólo vive en aguas dulces, limpias y bien oxigenadas, puesto que respira por branquias.
Este caracol tiene un gran valor ecológico, como apunta Ramón Álvarez, que es el secretario de la Sociedad Española de Malacología (SEM) y la persona que halló estos ejemplares de Bythinella en esta zona, donde veranea. Asegura que ha rastreado decenas de fuentes en todo el entorno y de otros puntos de la provincia de Teruel para comprobar si está presente en más lugares, aunque sin éxito hasta ahora.
Por eso, alerta del riesgo que corre este molusco si se llevan a cabo las prospecciones mineras en esta zona puesto que supondrían una afección para las aguas subterráneas. Por otra parte, lamenta que una explotación minera causaría graves problemas también al acuífero. “Estos caracoles tienen mucho valor como indicadores de la calidad de las aguas porque toman el oxígeno del agua, respiran por branquias, necesitan aguas limpias y bien oxigenadas”, argumenta Álvarez.
Así, a diferencia de otras especies, que tienen mucha más tolerancia, sobre todo aquellas exóticas o invasoras, el género Bythinella requiere de aguas muy puras. Además, necesita agua continua, no tiene suficiente con lugares húmedos, por eso sólo habita en aquellas fuentes que no se desecan y mantienen el flujo constante. “Son singulares y raras, se localizan en muy pocos sitios”, añade.
Listado de especies protegidas
Bythinella figura en el listado de especies protegidas, aunque no está dentro de las catalogadas como en peligro de extinción o especies vulnerables. Sin embargo, desde la Sociedad Española de Malacología alertan que se debe a la poca información que hay sobre estas especies: “Sólo podemos decir que son Bythinella, que es el género, es posible que cuando se averigüe qué especie es se incluya en la lista roja”, recalca Ramón Álvarez, quien reconoce que ni siquiera se sabe si es una especie ya citada o es nueva para la ciencia y, en este último caso, se incluiría directamente en esa lista.
Las fuentes en las que se han localizado hasta la fecha son las del Barranco del Cabezuelo, en Las Cuevas de Cañart; el Salz, el Huergo y el Manantial de la Pedrera, todas en Castellote, y la Teja en Dos Torres de Mercader. Además, Álvarez indica que aparecieron referenciadas en una cita del siglo pasado en la localidad de Torre de las Arcas, en la comarca de Cuencas Mineras, pero varios investigadores acudieron recientemente a comprobar que se conservaba la especie y pudieron detectarla.
En cuanto al resto de Aragón, Bythinella está en la zona del Moncayo y, ya en poblaciones más abundantes, en el Pirineo oscense.
Grandes carencias
El secretario de la Sociedad Española de Malacologia lamenta las grandes carencias que en materia de investigación de moluscos hay en Aragón y, sobre todo, en Teruel. Detalla que hay numerosas especies de moluscos por descubrir y concreta que la zona limítrofe entre la provincia de Teruel y las de Castellón y Tarragona es muy rica en biodiversidad. El motivo radica en que se trata de un territorio de transición entre la influencia mediterránea y la de montaña y además concluyen allí las cuencas de varios ríos.
“Es importante conocer la biodiversidad aragonesa, pero entre la falta de dinero y que no hay facultad de Biología, aunque ahora hay Ciencias Ambientales pero en Huesca, la realidad es que Teruel está abandonada en materia de moluscos”, delata el experto.
Tanto en Cataluña como en la Comunidad Valenciana sí hay diversas líneas de investigación en malacología, pero la mayor parte se centran en sus propios territorios y apenas se adentran en Teruel, a no ser que se trate de una especie nueva de cierta relevancia, como el caracol localizado en Calanda que citaron unos investigadores catalanes en 2023. Este molusco, que recibió el nombre de Hadziella forneri, se encontró en la fuente de Morales y tiene unas dimensiones minúsculas, de apenas 0,8 milímetros de diámetro.