Una cámara de cine super-8, el interés por la vida rural y una vocación por documentar nuestro pasado reciente. Estos tres elementos confluyeron a principios de los años ochenta en la vida de Eugenio Monesma. Desde aquellos primeros cortometrajes “con calidad de aficionado” el etnógrafo ha pasado por distintos formatos en vídeo hasta crear un archivo de más de 3.300 documentales sobre oficios tradicionales y costumbres de España.
Con todo este material, Monesma ha intentado divulgar todo este conocimiento, como se suele decir: por tierra, mar y aire: todo ello para que no se quede en el olvido. Su última acción ha sido la de publicar el libro ‘100 oficios para el recuerdo’ (Lunwerg editores), donde ha querido rendir un homenaje “a algunas de las personas que sacaron adelante a las nuevas generaciones con su duro trabajo y esfuerzo”. “Muchos de los protagonistas, por no decir la mayoría, ya han fallecido, pero mi intención es que su obra y su recuerdo queden perpetuados para siempre en esta recopilación de oficios”, escribe Monesma en el prólogo.