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El 98% de la población española respiró aire contaminado en 2021 pese a la reducción del tráfico por la pandemia

La reducción de la movilidad provocada por la pandemia en 2020 ha continuado en 2021, lo que se ha traducido en una mejor calidad del aire en España. Se cumple la ecuación de menos tráfico, menos polución. De hecho, la polución está en los niveles más bajos desde 1990. Pese a esta mejora, la mayoría de la población ha continuado padeciendo niveles de contaminación que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera peligrosos. Así lo constata un informe de Ecologistas en Acción presentado este lunes titulado Calidad del Aire en el Estado Español 2021 y basado en los datos de casi 800 estaciones de medición oficiales. “Ni siquiera una pandemia nos ha permitido disfrutar de un aire limpio para evitar daños a la salud de las personas. Hay que hacer esfuerzos superiores para reducir el tráfico motorizado en las ciudades y para sustituir las energías sucias por las limpias”, resume Miguel Ángel Ceballos, coordinador del trabajo.

El documento analiza el estado de los principales contaminantes en el último año: partículas en suspensión (PM₂,₅ y PM₁₀), dióxido de nitrógeno (NO₂) y ozono troposférico (O3), además del dióxido de azufre (SO₂). Y tiene en cuenta, por una parte, los límites legales establecidos por la Unión Europea y, por otra, los que estableció el pasado mes de septiembre la OMS, que son mucho más restrictivos. Por ejemplo, si la UE permite una exposición anual de 40 microgramos por metro cúbico de NO₂, la OMS considera que no es sano superar los 10. Algo similar ocurre con las partículas, donde la organización de la ONU también ha recomendado reducir a la mitad la exposición máxima recomendada anual.

Con los umbrales de la OMS, basados en el conocimiento científico, el 98% la población española respiró en 2021 un aire con niveles de polución superiores a los recomendados. El contaminante más extendido son las partículas PM₂,₅ y PM₁₀, asociadas al humo de los coches pero también al desgaste de los neumáticos y a la actividad industrial, y también a episodios de polvo sahariano (que suele afectar a Canarias). Y ello a pesar de que “la medición y evaluación de las partículas PM₂,₅ resulta aún insuficiente en la mayor parte de las redes de medición autonómicas”, según la organización ecologista. Sin embargo, si se toma como umbral el límite legal, ninguna región lo ha superado en este año.

Noticia completa en El País. Miguel Ángel Medina

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