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El Ayuntamiento de Zaragoza saca a contratación la primera fase de recuperación del río Huerva

El Ayuntamiento de Zaragoza, a través de la sociedad municipal Ecociudad Zaragoza, ha sacado a licitación las obras de la primera fase de transformación del río Huerva para mejorar su biodiversidad y acometer su regeneración paisajística e hidromorfológica. El consejero de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda, Víctor Serrano ha explicado hoy los detalles del proyecto definitivo, que cuenta con un presupuesto de licitación de 10,5 millones de euros (IVA incluido) y cuyas obras está previsto que comiencen este próximo otoño.

La actuación se ha dividido en dos lotes. El primero agrupa los trabajos que se acometerán desde el Puente Blasco del Cacho hasta el cubrimiento del río en Gran Vía a lo largo de más de 1,2 kilómetros. Se trata de una zona especialmente degradada tanto desde el punto de vista de la calidad de las aguas como de la vegetación, donde el cauce discurre muy constreñido por las edificaciones y con taludes muy verticales que dificultan mucho la accesibilidad. Su presupuesto de intervención asciende a 5,6 millones de euros (IVA incluido).

El segundo lote, por su parte, comprende el tramo entre el puente de la calle Miguel Servet hasta la desembocadura en el Ebro con una longitud de 1,9 kilómetros. La intervención en esta parte del río supondrá una inversión de 4,9 millones.

En total, los trabajos de esta primera fase abarcan una superficie de 150.000 metros cuadrados y tendrán un plazo de ejecución de 8 meses. El proyecto de actuación cuenta con los informes favorables de la Confederación Hidrográfica del Ebro y del INAGA e incorpora parcialmente algunas de las alegaciones presentadas durante el trámite de información pública.Las obras cuentan con financiación de dos convocatorias de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Rato Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU, para cuyo desarrollo se han obtenido cerca de 5 millones de euros. A ello hay que sumar las aportaciones de hasta 20 millones de euros que el Gobierno de Aragón se ha comprometido a invertir dentro de los acuerdos de la Comisión Bilateral con el Ayuntamiento de Zaragoza para ejecutar el conjunto del proyecto.

Mejora de la calidad de las aguas

Durante esta primera fase que hoy ha salido a contratación se construirá un tanque de tormentas en la intersección de las calles Marina Española y el paseo Mariano Renovales (antiguos Viveros Soposens) para almacenar el agua cuando se produzcan fuertes lluvias y mejorar la gestión de vertidos al cauce. Para ello se renovarán también las tuberías de saneamiento de varios tramos de la margen derecha, además de los colectores situados entre las calles Marina Española y la Luz.

El proyecto definitivo ha ampliado las actuaciones previstas en este ámbito e incorpora renovaciones de saneamiento también en el entorno del Parque Bruil y la zona verde paralela a Camino las Torres. Así mismo las obras se van a aprovechar para modernizar la red de abastecimiento de agua potable y eliminar las viejas tuberías de fibrocemento y fundición gris en distintos puntos de las calles Marina Española, Arzobispo Morcillo, Gascón de Gotor, Viva España, Carrera del Sábado y Manuel Lasala.

Con el objetivo de mejorar la estructura del río y su biodiversidad, el proyecto definitivo prevé que se realicen aportes de sedimentos en el lecho del río en varios puntos. De esta forma se quiere ayudar a corregir el sustrato del lecho, que está muy alterado y que es esencial para los ciclos biológicos del río.

Para poder acometer todos estos trabajos de transformación, lo primero será limpiar, eliminar escombros y desbrozar el entorno del cauce, retirando mobiliario urbano y otras instalaciones en diversos puntos para disponer de espacio para la obra. Todos los elementos en buen estado se conservarán para su futura reutilización, una vez que se redefinan los espacios en una fase posterior.

Se eliminarán restos de algunas construcciones, rellenos, cimentaciones y pavimentos de hormigón, adoquines o baldosas para mejorar la filtración de aguas y el futuro desarrollo del bosque de ribera. Todo ello permitirá ampliar también el espacio en torno al cauce y los taludes y reducirá el riesgo de inundación de las calles próximas en caso de crecidas.

Accesos y nuevas sendas peatonales

El proyecto definitivo ha redefinido los accesos que se van a habilitar para poder trabajar con maquinaria en las riberas con el objetivo de reducir todo lo posible el impacto. Se han dimensionado teniendo en cuenta criterios técnicos del órgano de cuenca, así como aspectos medioambientales. Para ello se han eliminado algunos accesos y para otros se aprovecharán caminos que ya existen, reduciendo los movimientos de tierra necesarios.

Esta primera fase de los trabajos se aprovechará además para iniciar la creación tres nuevas sendas peatonales que favorezcan el uso de las riberas del Huerva, mejorando la continuidad de los caminos. Tendrán pavimentos permeables -que se definirán en una fase posterior- y su trazado se adaptará a la topografía de la zona para integrarlas paisajísticamente y minimizar los movimientos de tierras. Serán además inundables.

Dos de estas sendas estarán en la margen izquierda. La primera, de 442 metros, discurrirá paralela a Manual Lasala hasta el puente Emperador Augusto y la segunda, de 129 metros, abarcará desde el puente de la Avenida Goya hasta Gran Vía. La otra senda estará en la margen derecha y se creará entre las calles Río Huerva y La Luz con una longitud de 103 metros.

De forma paralela se van a iniciar las labores de recuperación y regeneración de la vegetación, empezando con el saneamiento y desbroce de las especies exóticas invasoras o por cuestiones fitosanitarias o de seguridad. Para ello el proyecto incluye un estudio de cartografía vegetal, en el entorno de la adecuación de riberas y espacios verdes del río Huerva. Se ha hecho un inventario de aves avistadas y nidos, así como tablas con toda la vegetación existente, y las zonas de rebrotes, las especies regresivas y alóctonas. La intervención en esta materia se realizará de forma gradual para evitar procesos erosivos y mantener la cobertura arbórea.

En los listados elaborados aparecen hasta 65 especies alóctonas o exóticas, frente a 14 autóctonas. Además, se han mapeado los ejemplares muertos, el tipo y rango de altura de toda la vegetación, así como la ubicación. En especial, habrá que combatir el alianto (ailanthus altissima), un árbol de crecimiento rápido y muy propicio para insectos dañinos no autóctonos.

Esta especie está muy extendida por todo el cauce del río Huerva a su paso por la ciudad, en parte debido al estado de abandono de este espacio fluvial. El propio Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y la CHE lo califican como ‘especie muy competitiva, invasora’ que ‘compite por el espacio y la luz solar’ y ‘produce toxinas en hojas y corteza, que al acumularse en el suelo inhiben el crecimiento de otras especies’. ‘Debido a su rápido crecimiento y a sus efectos alelopáticos, desplaza a la vegetación natural preexistente o dificulta su regeneración futura” y además “produce daños en el alcantarillado y en los cimientos de los edificios’.

La segunda fase, avanza en su tramitación

Al mismo tiempo que se desarrollan las obras de esta primera fase, el Ayuntamiento de Zaragoza está trabajando ya en la segunda fase de la transformación del Huerva, que permitirá dar nuevos usos y paisajismo a las riberas.

En estos momentos está abierto el proceso para contratar a la empresa que se encargará de redactar el proyecto de esta fase. Los estudios interesados disponen hasta el 18 de agosto para presentar sus ofertas.

En esta segunda fase se completará la regeneración fluvial, se construirán los equipamientos, se analizará la implantación de nuevas pasarelas de conexión y se instalará alumbrado público o mobiliario urbano específico en las nuevas zonas de estancia. También se proyectarán zonas verdes, taludes verdes tendidos de acceso al cauce acompañados por sistemas de graderíos o la adecuación de espacios interiores naturalizados, todo ello con pavimentos permeables que permitan el disfrute de la zona de forma compatible con la dinámica fluvial.

 

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