Tres comarcas, dos de ellas con la actividad minera como denominador común, se han sumado al proyecto iniciado por el Gobierno aragonés para convertir en una vía verde o camino natural la fallida línea de tren que debía unir en el primer tercio del siglo XX la capital turolense con Alcañiz. Son el Bajo Aragón, Andorra-Sierra de Arcos y Cuencas Mineras, que aúnan esfuerzos para hacer realidad una iniciativa llamada a convertirse en un revulsivo turístico.
La vía verde llevará por nombre ‘Valfambra’ y conectará Alcañiz –por donde ya pasa el camino que va de Val de Zafán a Tortosa– con Calanda, Alcorisa, La Mata de los Olmos, Gargallo y Utrillas hasta llegar a Teruel. Aprovecharía el trazado y las decenas de señales que quedaron sin usar de aquella inacabada línea ferroviaria.
Los primeros 25 kilómetros, que unen Teruel con Alfambra, ya disponen de una subvención de 1,5 millones de euros procedente de una convocatoria de ayudas a la movilidad con fondos europeos a través del Ministerio de Transportes. Mientras se ultima el proyecto para comenzar las obras entre finales de este año y comienzos del próximo, ya se trabaja en la unión de Utrillas con Alcañiz.
“Este tramo encaja en la convocatoria de ayudas para territorios afectados por la descarbonización y que están en zonas de influencia de la central térmica de Andorra”, explica el director de Carreteras de la DGA en Teruel, Ignacio Belanche. “Contactamos con las tres comarcas y enseguida mostraron su interés, así que ahora se está haciendo un trabajo coordinado para confeccionar el mejor proyecto posible”, añade.
Se trata de un plan ambicioso que requerirá de una inversión de casi 4,5 millones de euros para acondicionar la vía completa. Además de conectar Alcañiz con Teruel, en la capital bajoaragonesa el camino entroncaría con la vía verde Val de Zafán, que llega desde La Puebla de Híjar en su kilómetro cero y continúa desde Alcañiz hasta Tortosa con previsión de extenderse hasta el mar. En la zona sur, al llegar a Teruel desde Utrillas, enlazaría con la vía verde de Ojos Negros, que une Aragón con la Comunidad Valenciana. Así pues, de hacer realidad esta vía verde, la provincia dispondría de un recorrido de unos 400 kilómetros en un trazado circular completo.