La movilidad debe modernizarse y ser fiable, la oferta turística tiene que seguir dando pasos hacia la sostenibilidad y hay que potenciar la economía local en el Pirineo central. Son las conclusiones de la estrategia elaborada por la Agrupación Europea de Cooperación Territorial Pirineos-Pyrénées en el marco del programa Poctefa 2021-2027.
De cara a este 2024, se invertirán 9,1 millones de euros provenientes de fondos Feder para desarrollar proyectos que trabajen en estas líneas y en la colaboración transnacional. El requisito es que su zona de acutación sea el Área Funcional Centro (provincia de Huesca, Comarca de Cinco Villas y Central y los territorios franceses de Béarn, Pays Comminges y Hautes-Pyrénées)
La primera necesidad es desarrollar y mejorar la oferta de servicios de movilidad transfronteriza. El vehículo privado -con un paso destacado en cuanto a volumen trasnacional en Somport- es el medio más utilizado en los Pirineos con mucha diferencia, algo que se debe a la falta de alternativas existentes. El plan estratégico busca “enriquecer y ampliar la oferta con servicios de movilidad colectiva” y que además puedan “descarbonizar”. El Canfranc, una reivindicación constante de la AECT Pirineos-Pyrénées, se adaptaría a la perfección a estas necesidades.
En la misma línea, se pretende “proteger las vías de comunicación de los posibles riesgos naturales”. Para ello habría que elaborar un diagnóstico del nivel de riesgo, se potenciará la prevención a nivel transfronterizo y se utilizarán tecnologías con vistas en tiempo real.
También la oferta turística debe ser sostenible y adecuada a un entorno privilegiado como el de los Pirineos. Escenas como la pradera de Ordesa colapsada con muchísimos vehículos, más habitual últimamente, se quieren evitar. Por ello, se necesita poner en funcionamiento un “dispositivo ambicioso de recogida de datos y monitorización de afluencia en tiempo real” a lugares turísticos tensionados.
Para profundizar en esta vertiente sostenible se pretende crear productos turísticos que aprovechen “nichos de mercado emergentes” como el turismo gastronómico, de senderismo, natural o patrimonial. Así, se podrían preparar itinerarios cicloturistas y senderistas transfronterizos. También circuitos gastronómicos, culturales, festivos o de agroturismo.
En el plano de la economía local, uno de los objetivos es desarrollar herramientas de cooperación, encuentros y jornadas trasnacionales. Se propone la organización de encuentros sectoriales, el intercambio de profesionales entre ambos países y la potenciación de la movilidad laboral en sectores como los deportes de invierno, la hostelería, el pastoralismo o las actividades de animación infantil y tiempo libre.
El último eje es la “promoción y protección conjunta de los productos gastronómicos y agroalimentarios pirenaicos”. Se conseguiría a través de ferias gastronómicos, de la puesta en valor del pastoralismo o de la promoción agroalimentaria y artesanal. En el medio plazo, las acciones piloto por las que se apueste deberían servir de base a una estrategia para posicionar los productos alimentarios en los mercados internacionales.
Fuente: Diario del Alto Aragón