La puesta en marcha del canal de Aragón y Cataluña en 1909 supuso un cambio fundamental en las labores agrícolas de la comarca de Albelda, pues hasta entonces sus cultivos eran esencialmente de secano. Los diez kilómetros de su construcción, que contemplaba el ajardinamiento de sus márgenes, permitió desde entonces, además del puramente funcional, el uso recreativo de un espacio ahora recorrido por este Camino Natural.
El inicio de la ruta se sitúa a la entrada del sifón, en los límites del término municipal de Albelda, donde paneles informativos relata los detalles de esta importante construcción. Parte del itinerario discurre paralelo al camino de servicio del canal y se pueden contemplar multitud de tomas de agua, compuertas, bombas y una gran balsa.