Antes de comenzar la visita a la mina, los visitante sson equipados con material propio del trabajo minero, tales como un casco-linterna, una petaca alimentadora y un autorescatador. Se accede al museo a través de la galería de entrada, descendiendo luego en dos vagonetas por un plano con un 33% de desnivel hasta una profundidad cercana a los 200 metros.
Ya en el interior, se contemplan los diversos modos de entibación empleada —cuadros metálicos y posteado tradicional en madera—. Además se exhiben recreaciones de las labores mineras y maquinaria diversa. Aunque la mayor parte de los tramos están iluminados con alumbrado fijo, en otros los visitantes deben encender su lámpara de casco, con el fin de dar mayor realismo al trayecto. Al final de la visita se visita un antiguo tajo natural de carbón, posiblemente el único de estas características que puede ser visitado en España.
A la entrada del recinto se encuentra un pequeño ferrocarril minero así como una exposición cubierta que reproduce el interior de la mina con maquinaria pesada.