Exposición: “En regiones tan claras” de Fernando Romero
Nunca vimos el mundo desde arriba, aunque su imagen nos resulte familiar. Tanto, que un escolar puede colocar el dedo sobre la superficie de un mapa y afirmar sin despeinarse «aquí estoy yo»: no en el papel, ni en los dibujos, sino en el espacio inaccesible al que alude esa imagen.
La cartografía y la pintura (al menos, ciertos géneros) comparten pretensiones: el intento de acaparar grandes porciones de la realidad en el menudo espacio del folio o del lienzo. A la proximidad de ambas disciplinas les debemos que los nervios de las cárcavas, la franja blanqueada de las cordilleras o los redondeles de los lagos nos parezcan, al tiempo, representaciones literales y abstractas.
Durante los últimos años se han multiplicado los recursos cartográficos y los retratos cenitales de nuestro planeta y los cuerpos celestes vecinos. Extrañamente, los perfiles de un continente o la orografía de un exoplaneta pueden resultarnos increíblemente cotidianos por más que sepamos que ningún ojo podrá verlos jamás sin intermediarios tecnológicos. Esta exposición de Fernando Romero (Teruel, 1983) parte de una fascinación por estas imágenes, por sus cualidades plásticas y por sus recursos formales.
Las obras que la componen (producidas durante los dos últimos años) son el resultado de una investigación de carácter compositivo y cromático, y de la alteración y plegado del soporte pictórico.