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Exposiciones sobre naturaleza y botánica en el CDAN

El centro de Arte en la naturaleza de Huesca apuesta por la naturaleza, el paisaje sonoro, la fotografía y la botánica a través de estas tres propuestas:

  • BIOFONÍA, (a ras del suelo). Juan Millás y Carlos de Hita. 2023

He caído en un profundo sueño ornitológico, entomológico y botánico del que ya no deseo despertar. No fue un desplome repentino, sino un descenso progresivo hacia un universo cuya trama oscila entre lo vegetal y lo animal. Un mundo poblado de plantas, musgos, líquenes; también de pájaros, anfibios, mariposas… Hasta el otoño de 2017 yo apenas prestaba atención a otros asuntos que no fueran exclusivamente humanos. “Vivía”, en palabras de la escritora Kyo Maclear, “en un estado de antropomorfismo imperdonable.” Entonces me propuse hacer algunos reportajes sobre naturaleza. Con ellos me inicié en la visión de un universo salvaje y doméstico, natural y cultural, científico y poético, diminuto e inabarcable, que además de brindarme horizontes fotográficos insólitos, me reveló la existencia de una tradición literaria naturalista. Descubrí, inscrito en esta tradición, a Edward O. Wilson, autor de múltiples ensayos de divulgación científica en los que combina biología y filosofía, historia y autobiografía. La atención que prestaba a la naturaleza podía resumirse en un término acuñado por él: biofilia (su libro homónimo está publicado en español por Errata Naturae). Esto es: “El impulso de asociación que sentimos hacia otras formas de vida”. Una necesidad emocional profunda de estar en contacto con el resto de los seres vivos, ya sean plantas o animales, fruto de los millones de años de estrecha relación con nuestro entorno. Desde este vínculo ancestral se explica que nos sintamos bien no solo cuando socializamos con otros humanos, sino cuando paseamos por un bosque o nos relacionamos de algún modo con la naturaleza.

Dice Luis Landero que los libros leídos son libros vividos. Y que lo que nos cuentan, lo que nos hacen sentir, pasa a formar parte de nuestro torrente sanguíneo transformándose en experiencias personales. Pues bien, hace varios años que el pensamiento de E. O. Wilson circula por mi torrente sanguíneo y se expresa a través de las fotografías que componen mi trabajo más personal y mi álbum familiar.

  • MARAVILLA

El contacto con entornos naturales ejerce un efecto positivo incuestionable sobre la psique humana: estimula los sentidos, calma la ansiedad, acompaña en el duelo… Multitud de estudios científicos afirman las bondades de los baños de bosque y paseos por el campo, los beneficios de los paisajes verdes y azules en nuestra salud mental. Pero más allá del efecto terapéutico de los espacios naturales, es indudable que ante estos existe además un deleite, una fascinación, una suerte de estado de éxtasis que ha sido también definida como asombro, estupefacción y devoción sublime (Darwin), conexión esencial (O. Sacks), sensación de amplitud (S. Stuart-Smith), o trance del naturalista (Edward. O. Wilson).

En esta exposición detenemos la mirada en la Maravilla, en los pequeños tesoros que provocan en nosotros un asombro placentero frente a las naturalezas mínimas, a las que podemos acercarnos, rozar con las manos, seguir con la mirada mientras aletean sus alas. Son plantas diminutas, insectos, aves, frutos, pero también árboles, ramas, hojas… que conspiran en una especie de sinfonía hipnótica para seducirnos y abstraernos de la (otra) realidad que nos rodea.

Tres artistas: Toya Legido, Juan Millás y Marta Sánchez Marco, cuya propuesta transita en torno a la capacidad de maravillarnos ante la belleza delicada de plantas, hojas, insectos… que nos traslada a la infancia, y a esa actitud innata de asombro y ensimismamiento frente a la naturaleza, presente sobre todo en la niñez. Mediante diversas disciplinas (fotografía, dibujo, instalación, escultura, grabado y joyería), así como variados presupuestos teóricos, nos invitan a un paseo entre lo soñado y lo consciente, lo frágil y lo permanente, el éxtasis y la calma.

En estos tiempos de crisis climática y alejamiento global de la naturaleza, en los que ya no es posible ignorar la conexión entre seres humanos y mundo natural, entre nuestra propia salud y la salud del planeta, quizás solo cambiar la dimensión de la mirada, empezar ralentizar la marcha y pararnos frente lo aparentemente intrascendente, sea el comienzo de una nueva conciencia medioambiental, que nos interpela no desde la culpa sino desde una escala íntima y esperanzadora en nuestra relación con la naturaleza más próxima.

Desde el artefacto artístico, esta exposición llama a vivir la naturaleza, a asomarnos a la maravilla del espectáculo botánico, entomológico y ornitológico que se despereza ante nuestros ojos cada día. Como afirma el filósofo francés Gilles A.Tiberghien, “un verdadero jardín está hecho a la imagen de aquel que lo ha soñado, es el resultado de una alquimia que transforma la naturaleza en espíritu y hace de ella un poema vegetal”.

  • PULSIÓN BOTÁNICA. De Blanca Catalán de Ocón a Ana Escar

El CDAN dedica esta sala a proyectos sobre el territorio, trabajos singulares que investigan sobre nuestro ámbito natural más cercano, estudian las relaciones entre el arte contemporáneo y el medio ambiente, y reflexionan sobre los cambios en el medio rural y urbano.

En esta ocasión, la artista oscense Ana Escar Puisac (Tabernas de Isuela, 1977) presenta, siguiendo su propia pulsión botánica, un doble proyecto de investigación. Por un lado, recupera y analiza la figura de Blanca Catalán de Ocón, una joven aristócrata de Monreal del Campo (Teruel) nacida en 1860, que pese a carecer de estudios académicos, se ha considerado la primera mujer española dedicada a la botánica.

Mediante documentación inédita, la artista Ana Escar nos acerca a la figura de esta joven turolense, y a la flor que gracias a sus incursiones en el mundo botánico incorporó en su época al mundo de la ciencia. El científico alemán Maurice Willkomm, gran estudioso de la botánica española, recogió dicha especie en su libro Ilustraciones de la flora de España y Baleares (1881-1892) y se la dedicó a la propia Blanca dándole el nombre de Saxífraga Blanca Willk.

Por otro lado, la propia Escar investiga desde su propia creación artística el amor hacia las plantas y el mundo natural, que comparte con la joven botánica Blanca Catalán. A través de composiciones, textos, collage e instalación, Ana Escar traduce su pulsión botánica en imágenes y objetos artísticos.

Una instalación multidisciplinar en la que juega con el color, la palabra, el vacío y las texturas siguiendo un hilo conceptual que es en sí mismo un homenaje a la ruralidad, a los tiempos y al tiempo del campo, a los paseos por los caminos, a la tierra llana.

Un guiño a la sapiencia de la tierra.

Un canto de amor a la naturaleza.

Fecha

03 Feb 2023 - 17 Sep 2023
Finalizdo!

Hora

08:00 - 18:00

Etiquetas

calendario

Localización

Centro de Arte y Naturaleza- Huesca