El Centro de Día de La Fueva, junto a trabajadores del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, organizaron la semana pasada una excursión con vistas a los miradores de Escuaín dentro del proyecto piloto de “Envejecer Vital”, que organiza este espacio con el apoyo de la Comarca de Sobrarbe.
En este caso, la actividad se desarrolló el pasado jueves 29 de mayo y en ella participaron 14 personas mayores con edades comprendidas entre los 64 y 94 años, que concluyó con éxito con una comida en Santa María de Puértolas.
El evento también contó con la participación de trabajadores del propio centro de día. “Son actividades que gustan mucho y el hecho de poder compartirlas con las personas mayores. Al final, somos todos de aquí y se genera una sinergia muy bonita y enriquecedora”, explica Silvia Domínguez, terapeuta y coordinadora del Centro de Día de La Fueva.
El proyecto piloto “Envejecer Vital”, explica, “es una actividad de educación ambiental para la Tercera Edad”. Para la terapeuta del Centro de Día de La Fueva, “fue una experiencia preciosa porque se les vio descubriendo el territorio y estaban totalmente ilusionados”. Finalmente, gracias al apoyo prestado, “los más mayores pudieron sortear los puntos más complejos del sendero”.
Para Silvia Domínguez, “Envejecer Vital es un proyecto innovador porque la de Sobrarbe es la única comarca de Aragón en la que se ha comenzado a establecer el Centro de Día itinerante para mayores para atender la complejidad que tenemos en la zonas rurales, que se encuentran bastante despobladas, aunque la mayor parte de las personas que viven en ellos superan los 60 años de edad”.
En cualquier caso, la terapeuta del Centro de Día de La Fueva recalca que “lo que se pretende con esta iniciativa piloto es buscar una solución y encontrar un espacio donde puedan juntarse y compartir”.
Además, con este proyecto “se trabaja también el tema emocional desde lo artístico, el trabajo del cuerpo y de la mente”, explica Domínguez.
De hecho, la excursión a Escuaín ha sido el cierre o colofón al primer año de este proyecto piloto.
La terapeuta del Centro de Día de La Fueva ha destacado la implicación del grupo participante, “que tiene mucha cohesión y ha generado mucho apoyo y sinergia entre ellos, por lo que la excursión era una forma bonita de acabar en una convivencia y superar esos límites corporales para superar el miedo”.
Y destacó que esta actividad ha sido posible gracias a la colaboración de los trabajadores del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
