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La campaña “Cultiva un futuro sostenible” pretende fomentar el compostaje

La campaña “Cultiva un futuro sostenible” impulsada por la Comarca de Ribagorza y la empresa Urbaser pretende fomentar el compostaje, tanto doméstico como comunitario. Este sistema permite abordar el tratamiento de la materia orgánica, completando el reciclaje doméstico, y, en el caso de Ribagorza, donde la concienciación medioambiental supera la media aragonesa, seguir avanzando en términos de sostenibilidad.

El presidente de la Comarca de Ribagorza, Roque Vicente, ha recordado que el compostaje comunitario funciona en 34 localidades con 225 adheridos y “esperamos seguir ampliándolo con esta campaña”. Respecto al doméstico, hay más de 631 familias ribagorzanas acogidas. Desde un punto de vista económico, Vicente ha detallado que los vecinos que “gestionan el sistema de compostaje tienen una reducción en la tasa de basuras de un 25 por ciento” y que “cada tonelada que reducimos de entrada en el vertedero tiene un impacto económico importante para la comarca”.

En pleno desarrollo del Plan de Sostenibilidad Turística, el presidente abogó por la sostenibilidad en Ribagorza como algo trasversal “que no solo afecte al ecosistema turístico sino a cualquier gestión en el día a día”. Destacó, además, que la concienciación es mayor que la media aragonesa. “Si en Aragón de media hay 20 kilogramos de reciclaje por familia, aquí son 29. En papel y cartón la proporción es de 16 a 34 kilogramos. El ribagorzano está sensibilizado y concienciado con el reciclaje”.

La campaña se extenderá a Benasque, Benabarre, Arén, Campo, Castejón de Sos, Lascuarre, entre otras poblaciones ribagorzanas para el público en general, mientras que, en septiembre, llegará a los colegios.

En representación de Urbaser, Ignacio Benedí ha detallado que “sobre el 40 porciento de nuestra basura doméstica es materia orgánica”. Para el compostaje doméstico, dijo, la comarca aporta compostadora, cubo para recoger el compost, termómetro y recogedor y lo gestiona cada cual, mientras que en el comunitario, se da una llave para aportar esa materia orgánica en un sistema comunitario controlado por los técnicos comunitarios.

 

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