Cuenta una leyenda que una estrella le confesó un día a la Luna que sentía envidia de quienes vivían en la Tierra. Veía tan verde y azul el planeta desde arriba, tan animado y divertido. Imaginaba lo bonito que sería convertirse en flor y vivir rodeada de bosques, ríos y montañas, de gentes, de risas y alegría. A la Luna no le gustó y despechada la envió, pero a las montañas más altas, a las que cada invierno se cubren de nieve. Y con su forma de estrella, se convirtió en una de las flores más hermosas. Es la flor de nieve, ‘flor de nieu’ o Edelweiss (leontopodium alpinum como nombre científico).
Esta es una de las historias y leyendas con las que José Andrés Arbués ha deleitado a los presentes en la charla-coloquio sobre ‘Flores: belleza y leyendas’ que ha impartido en el Espacio Rosa Luxemburgo de Huesca junto a Nestor Capistrós, un aficionado, amante y experto en orquídeas.
El porqué de los nombres científicos, como el naturalista sueco Carl von Linneo los desarrolló haciendo referencia a su forma o propiedades, o algunas de las mejores guías para conocer la flora de la provincia fueron algunas de las recomendaciones en una charla animada y a la que antecedía un centenar de imágenes de flores de Miguel Ángel Bueno entre las que abundan las orquídeas y otras exóticas como el Papaver Rhoeas o el Lilium mstagon.
Gamón, madreselva, narcisos, el quitameriendas o falso azafrán, la flor de nieve o plantas vampiro como la cuscuta o el muérdago fueron algunas de las que protagonizaron los cuentos y leyendas de esta charla. Y por su puesto, la cardincha, un símbolo pirenaico y también vasco, donde lo denominan eguzkilore, tuvo su hueco. Esos cardos con forma de sol a los que se les atribuye un inmenso poder protector de las casas y cuadras, de personas y animales. Y es que las brujas son muy curiosas y cuando se topan con uno de ellos no lo pueden evitar, se ponen a contar todos y cada uno de los pichos, espinas y pelos que forman su centro. Tiene tantos, que siempre les sorprende el alba antes de haber acabado y tienen que marcharse.
Fuente: Diario del Alto Aragón