gobierno_aragon-logo

Los alumnos de la UVT contribuyen a sacar a la luz icnitas en el yacimiento de El Castellar

El yacimiento del El Pozo, en El Castellar, tiene mucho material por ofrecer todavía al la Paleontología. Este manantial de información de la realidad de la vida en la tierra en los periodos Jurásico y Cretácico está siendo esta semana el escenario en el que los 29 alumnos del XXII curso de Paleontología y Desarrollo de la Universidad de Verano de Teruel se están enfrentando a la realidad del día a día de la búsqueda de respuestas a preguntas formuladas hace 200 millones de años.

“Este yacimiento era conocido por unas huellas saurópodas de mano y pie y también había ornitópodas y un área de unos 4 metros cuadros en la que en 2013 se describieron los ornitópodos cuadrúpedos más pequeños del mundo”, recordó Ana González, mientras las conservadoras de la Fundación Paleontológica Dinópolis se esmeraban, una campaña más, en limpiar, ordenar y consolidar los restos de una enorme plaza fosilífera en la que habían marcado con tiza las huellas dejadas por un gran saurio.

La codirectora de la excavación destacó la relevancia de este yacimiento recordando que “la diversidad tanto de taxones como de especies de dinosaurios y de tamaños es tan grande que los estudios van a arrojar muchísimos datos novedosos” por lo que, avanzó, “el yacimiento se está consolidando como uno de los más importantes del Jurásico Superior” aportando nueva información sobre la fauna y la flora permitiendo reconstruir “con precisión el ecosistema con todas las faunas que había, con distintas especies de dinosaurios con dinosaurios nuevos o e la misma especie pero de distintos tamaños” lo que, además, permitirá describir comportamientos como el gregarismo.

El yacimiento de El Pozo se encuentra en uno de los márgenes de la ruta La Carretera de las Huellas de Dinosaurios, que está siendo el eje neurálgico del curso de la UVT. “Lo que hemos hecho es dar mucho protagonismo a la Carretera de las Huellas de Dinosaurios, que es una marca que salió de la Fundación Dinópolis para integrar a muchos municipios que tienen riqueza paleontológica y aquellos que tienen yacimientos habilitados para la visita”, matizó Alberto Cobos, director del curso y de la Fundación Dinópolis. Se trata de un círculo que parte de Teruel y que pasa por Cedrillas, El Pobo, Ababuj, Aguilar del Alfambra, Camarillas, El Castellar y Galve, siendo estos últimos dos municipios las referencias ya que son los que disponen demás recursos museográficos habilitados para la visita. La ruta tiene una variante que se dirige a Miravete de la Sierra y Aliaga hasta Cedrillas. “Hay tantos recursos que prácticamente podríamos estar haciendo visitas durante toda la semana”, celebró Cobos.

Pero el interés del alumnado por excavar en un yacimiento era irrefrenable y desde el miércoles los 29 alumnos se han repartido en dos grupos. Mientras una mitad se dedicaba a excavar en el yacimiento de El Pozo, porque un yacimiento de icnitas facilita el tener a un grupo grande trabajando, mientras que el resto se dedicaba a prospectar. “El miércoles encontraron dientes de dinosaurios ornitópodos, que son herbívoros, de dinosaurios carnívoros, de cocodrilos”, recordó el científico.

Para hacer que el curso resulte interesante a un alumnado tan diverso, la Fundación Dinópolis, Cobos apuntó que los investigadores tienen que “saber llegar a un chaval de 15 años hasta a una persona que solo tiene interés para la paleontología”. Más de 700 personas han pasado por el curso de Paleontología y Desarrollo a lo largo de sus 22 ediciones.

Los alumnos de estos cursos han sido partícipes de la aparición de “huellas saurópodos muy grandes, de unos 20 metros, y de saurópodos muy pequeños, de apenas cuatro metros, huellas de ornitópodos de marcha cuadrúpeda e, incluso, pueden estar unas huellas producidas por el Oblitosaurus bunnueli, que aunque procede de Riodeva, la edad geológica es la misma”, recalcó el paleontólogo.

La mitad del alumnado del XXII curso de Paleontología y Desarrollo estaba volcado (literalmente) sobre unas enormes placas de roca descubriendo, cepillo en mano, huellas de dinosaurio. El grupo de participantes es variado y mezcla a estudiantes universitarios con chicos menores de edad que buscan confirmar que la Paleontología es su verdadera vocación profesional.

Noticia completa en Diario de Teruel

 

Comparte en tus redes sociales