El servicio de Limpieza y Gestión de Residuos del Ayuntamiento de Zaragoza ha iniciado una prueba piloto que permitirá comprobar, de manera práctica, el uso de sensores de llenado en los contenedores para que éstos sean recogidos cuando realmente sea necesario y antes de que se desborden, mejorando así la eficacia del servicio.
La consejera de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, ha explicado que con esta prueba “se pretende, utilizando la tecnología, adelantarnos a posibles picos de llenado en algún contenedor y, además, organizar las rutas de recogida de manera que sean más eficientes y sostenibles, evitando recorridos innecesarios“.
La consejera ha añadido que “el volumen de contenedores disponible actualmente en Zaragoza es suficiente para atender las necesidades de la ciudadanía. Otro problema distinto -ha recordado-, y en el que me gustaría hacer incidencia, es el de los comportamientos incívicos de personas que siguen dejando restos fuera de los contenedores o depositando junto a ellos residuos que deberían ser llevados a un Punto Limpio fijo, móvil o de proximidad“.
Actualmente, la práctica totalidad de los 11.665 contenedores de carga lateral ubicados en la vía pública en Zaragoza disponen de un sensor de llenado, es decir, un dispositivo que indica el nivel de volumen ocupado dentro del contenedor.
Estos sensores están todavía en fase de prueba y calibración, puesto que los datos de lectura que facilitan son variables según de qué tipo de residuos se trate. Así, mientras que en el caso de la basura orgánica y el vidrio la fiabilidad del sistema es más alta -debido a que los restos se van acumulando dentro de los contenedores de manera uniforme-, no sucede lo mismo con el cartón o los envases. En estos últimos, los residuos pueden amontonarse de manera irregular, “engañando” a sensor y haciéndole creer que el contenedor está lleno cuando en realidad no es así.
Los datos de lectura de los sensores son enviados telemáticamente al sistema de control Mawis, una aplicación interna de gestión del servicio municipal. El objetivo a medio plazo es que, cuando los sensores estén correctamente calibrados y sean más fiables, se puedan organizar rutas dinámicas de recogida, de manera que se pueda atender el servicio de recogida de manera más eficiente.