Miles de grullas están retrasando este año su migración a España permaneciendo en las últimas semanas en distintos puntos del centro de Europa, cuando en condiciones normales estas aves ya habrían llegado en gran número a distintas zonas del país, como Aragón, para pasar el invierno.
José Antonio Román, coordinador del censo nacional de grullas y uno de los mayores expertos de España, autor también del libro titulado ‘La grulla común’, ha explicado a Efe que actualmente hay estacionadas 191.000 ejemplares de grullas en el parque nacional de Hortobágy en Hungría, donde se concentra en estos momentos el grueso de las grullas que posteriormente vuelan a través de las distintas rutas de migración a Europa y África.
A esta gran cantidad de grullas se suman al menos otras 81.900 que permanecen retenidas en Alemania, unas 8.000 en Polonia y al menos 32.000 en el noroeste de Francia.
Román explica que quizás la entrada de las sucesivas borrascas que han afectado a España y gran parte de Europa haya retenido su proceso migratorio, algo que hasta este año, ha señalado, “nunca antes había sucedido”.
El experto ha comentado a Efe que las grullas en estos puntos tienen alimento abundante y buenas condiciones meteorológicas, lo que también puede estar contribuyendo a que se retengan su viaje final hasta la Península Ibérica.
En los últimos días, ha comentado, han empezado a entrar algunas por la ruta húngara y otras pocas han llegado por la ruta del centro de Europa.
En España, ha indicado, llegaron algunas a mediados de septiembre y casi hasta mediados de octubre no llegaron las primeras en mayor número, pero aún así, “son muy pocas aves comparadas con otros años”.
“Ahora podemos tener algo más de 5.000 en España, cuando en condiciones normales ya estaríamos hablando de más de 20.000”.
Román ha explicado que este retraso en la llegada de las grullas es algo extraordinario que no se había observado hasta ahora, puesto que normalmente en esta época del año ya suele haber una cantidad importante de ejemplares sobrevolando amplias zonas del país.
Actualmente sólo se han contabilizado la presencia de grullas en 17 provincias españolas, cuando el año pasado por estas mismas fechas se había registrado la presencia de grullas en más de 30 provincias.
Román ha recordado que en el último censo realizado en España la población invernante ascendió a 190.743 ejemplares.
Extremadura concentraba entonces la mayor parte de las grullas invernantes en España, alcanzando 82.969 ejemplares, mientras que Castilla-La Mancha era la segunda comunidad elegida por las grullas comunes para pasar el invierno, con 38.472, y Aragón se consolida como la tercera región en importancia para la invernada de la grulla con 32.409 ejemplares.
Otras de las regiones que mayor número de ejemplares acogía en su territorio era Andalucía donde se censaban 21.898 ejemplares, mientras que en Navarra y Castilla y León se computaban 7.645 y 7.231, respectivamente.
Madrid con 42 ejemplares, Cataluña con 38, La Rioja con 31, la Comunidad Valenciana con 16 y las Islas Baleares con 2 ejemplares completan el total de los datos de la población de grullas invernantes.
La grulla común realiza cada año un fascinante viaje para desplazarse desde el norte hasta el sur de Europa, que les lleva a cruzar Alemania y Francia durante los meses de octubre y noviembre, para regresar a sus zonas de cría entre mediados de febrero y marzo.
Estas aves llegan a recorrer más de 4.000 kilómetros de distancia volando en ocasiones a más de 9.000 metros de altitud.