Nace la Fundación Valle de Tena con el apoyo de 40 fundadores. Es la primera fundación comunitaria que se constituye en Aragón con el apoyo de la Asociación Española de Fundaciones (AEF), y la décima de este tipo que hay en España; en el mundo existen unas 2.000. Se trata de una entidad jurídica independiente sin ánimo de lucro “que nace como una iniciativa ciudadana e independiente para fortalecer y articular la filantropía comunitaria”.
La Fundación Valle de Tena pretende impulsar programas transformadores para mejorar el bienestar de las personas que viven en el territorio, impulsando proyectos que fomenten el desarrollo económico, la cohesión social y la conservación del patrimonio del valle.
El presidente de la misma, José María Moncasi, dice que apuestan por el talento local, la movilidad sostenible, la digitalización y la colaboración entre generaciones, “queriendo que el Valle sea un lugar próspero y acogedor para todos, hoy y en el futuro”.
Lo que nació bajo el impulso de Alexander Larrucea y José María Moncasi se amplió a un grupo de promotores (patronos fundadores), “recibiendo posteriormente un nuevo impulso con la incorporación de una veintena de fundadores que, de forma individual, han contribuido para que los treinta mil euros que exige la ley como dotación fundacional se haya convertido en una realidad”, explica el presidente.
El propósito de la Fundación Valle de Tena “es cuidar y fortalecer” este territorio asegurando que en el valle se pueda vivir con calidad de vida, trabajar con oportunidades y disfrutar del entorno. “Lo queremos hacer desde el compromiso y la acción, conectando personas, recursos e iniciativas que generen un impacto real. Creemos, después de muchas conversaciones con los vecinos, con la ciudadanía tensina, que el cambio empieza con pequeñas acciones sabiendo que crece cuando nos unimos por un objetivo común”.
Entre las acciones que ofrece esta Fundación, está el “programa de mentorías” que conecta a estudiantes de 4º de la ESO con profesionales y expertos en diferentes sectores “que les ofrecen apoyo, consejos y una visión más amplia de sus posibilidades. Queremos que sientan que, aunque vivan en un entorno rural, tienen acceso a oportunidades, formación y referentes que los impulsen a crecer”.
También quieren poner en marcha una “red de voluntariado” que ofrezca apoyo en tareas del día a día a quienes más lo necesiten. Desde acompañar a personas mayores a hacer la compra, ayudar con pequeñas reparaciones o simplemente hacer compañía. “Nuestro objetivo es crear una red de apoyo mutuo que refuerce los lazos comunitarios”.