Este informe tiene que ser de obligada lectura para quienes empujamos la causa climática. Y hay que leerlo porque intenta dar respuesta a un gran tema: qué hacer con las personas que niegan la acción climática o que animan a aplazarla. ¿Hay que responderles? Cuándo lo hacemos, ¿les ayudamos a que su voz cobre más fuerza? ¿Qué hacer ante estos “infectadores” de dudas sobre la necesidad y urgencia de la acción climática en el cuerpo social? ¿Quiénes son esos “infectadores”? ¿Qué subgrupos existen entre ellos? ¿De dónde surgen sus financiadores? ¿Qué distintas herramientas emplean? ¿Qué podemos aprender de la ya larga relación y convivencia forzada con estos boicoteadores? A todas esas preguntas quiere responder esta investigación.
Es verdad que hay otro sector de la sociedad, más numeroso desde mi punto de vista, que reconoce el problema y que está de acuerdo con las acciones que hay que tomar, pero no acaba de llevarlas a cabo. Además, en la sociedad interaccionan distintos grupos, y la gente que siembra dudas infecta a quienes no las tienen. Por esa poderosa razón es muy importante tener claro qué hacer con estos “infectadores de parálisis de acción climática”.
El informe describe lo que ocurre, recoge explicaciones y opiniones sobre ello y apunta hacia “una pequeña guía con herramientas para quienes están interesados en contrarrestar los discursos y las estrategias de los disidentes con la acción climática”. Es, así pues, un documento que tiene la vocación de ser útil, que quiere ayudar a la construcción de un futuro deseable.
Por ello, reitero que es de lectura obligada para varios colectivos. Todo periodista que quiera servir a su sociedad debería leerlo. También quienes están en el ecosistema de las ONG: mucho de lo que se dice es pertinente para quienes defendemos la causa climática, pero también para entender cómo actúan los negacionistas y retardistas de otras causas (género, migraciones…). Es de lectura obligada asimismo para los políticos y sindicalistas que tienen que enfrentarse en los debates con los ecos de estas opiniones. Y para quienes se esfuerzan desde dentro de las empresas en la promoción de medidas que sean beneficiosas para el clima, pues muchas veces, en los procesos deliberativos previos a la toma de decisiones, tienen que sortear estas zancadillas dialécticas dirigidas a frenar la acción climática. Deben leerlo también quienes trabajan dentro de la Administración Pública y a veces no perciben que una cosa es el ruido que arman en las redes los desarmados de argumentos y otra cosa muy distinta su representación real en la sociedad. En fin, debería leerlo el conjunto de la sociedad, porque nos jugamos mucho -muchísimo- en este gran desafío climático.
Muchas gracias al profesor Fernández-Reyes por elaborar este informe, y gracias también a todas las personas que han colaborado en él. Este es, querido autor y queridos colaboradores y colaboradoras, un documento que dará buenos frutos. Estamos muy contentos en ECODES de promoverlo y publicarlo. Estoy seguro de que las ideas y propuestas que vierte germinarán en muchas calles, webs, páginas, debates, pantallas y micrófonos de España.