Los bosques primarios, es decir, aquellos que han evolucionado sin intervenciones humanas son hoy extremadamente escasos en Europa, y especialmente en la región mediterránea. Sin embargo, de forma local aún pueden encontrarse rodales con cierta madurez y con una baja huella humana.
Por su extremada escasez, por su complejidad y por la biodiversidad que albergan, la identificación y conservación de los últimos retazos de bosque maduro es objeto de gran interés tanto en el ámbito científico, como en las políticas de conservación. El proyecto LIFE RedBosques ha desarrollado las herramientas para la identificación de rodales maduros, dando pie a que muchas comunidades autónomas hayan iniciado el proceso de identificación de los mismos, que se integrarán en una Red de Rodales de Referencia de ámbito nacional.
En este documento se aporta una exhaustiva revisión del conocimiento científico sobre la madurez forestal y sus diferentes acepciones, se explica la madurez forestal en el contexto del ciclo silvogenético y se sintetizan las características más significativas y observables en todos los bosques maduros (Capítulo 2). Entre ellas destacan la existencia de pies con una edad cercana al límite impuesto por su longevidad, la existencia de huecos en el dosel que permite la regeneración de especies tolerantes a la sombra, la existencia de importantes cantidades de madera muerta —en pie y en el suelo en variados estados de descomposición—, una marcada diversificación vertical, y la ausencia de intervenciones antrópicas, o en su defecto, que éstas hayan dejado de realizarse hace décadas.