Las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero continuaron aumentando y se encuentran en sus niveles más altos registrados, siendo particularmente grande el aumento del metano. La pérdida de masa glaciar continuó, lo que contribuyó al aumento continuo del nivel global del mar. A nivel mundial, los últimos siete años fueron los más cálidos registrados, aunque 2021 estuvo entre los más fríos.
El Ártico también se ha calentado significativamente desde el período preindustrial, pero las temperaturas de 2021 fueron menos extremas que en los últimos años. La actividad de incendios forestales en la región fue la cuarta más alta, en términos de emisiones de carbono, pero mucho más baja que los niveles récord de 2020.
Para Europa, el año estuvo justo fuera de los diez más cálidos registrados, la descarga del río estuvo por debajo del promedio durante dos tercios de Dominó una capa de nubes por debajo del promedio y partes del noroeste y centro de Europa experimentaron algunas de las velocidades de viento promedio anuales más bajas registradas.
También fue una de las temporadas de incendios más intensas en 30 años. A principios de la primavera, muchas partes de Europa experimentaron una transición de temperaturas inusualmente cálidas a temperaturas inusualmente frías, con impactos relacionados con las heladas en la agricultura.
El verano fue el más cálido registrado y también trajo varios eventos extremos. Los niveles récord de precipitaciones contribuyeron a las graves inundaciones en Europa occidental. Una ola de calor intensa y de larga duración en el Mediterráneo, combinada con condiciones muy secas, provocó altos niveles de estrés por calor y una situación propicia para incendios forestales intensos.
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