Las empresas son necesarias para cumplir la Agenda 2030, que propone un camino para abordar seriamente los problemas sociales, económicos y medioambientales que se plantean en nuestro planeta. No hay un plan mejor que los Objetivos de Desarrollo Sostenible,(ODS), para conseguir un mundo más sostenible y justo para todos.
El sector agroalimentario es uno de los más relevantes para conseguir los ODS, tanto a escala global como dentro de nuestras fronteras.Aporta alrededor del 11% del PIB de España y somos el octavo paísexportador de alimentos del mundo y el cuarto de la Unión Europea. El sector emplea casi medio millón de personas en nuestro país y es uno de los que más invierte en innovación.
Por estas razones, la Red Española del Pacto Mundial ha elegido el sector agroalimentario para elaborar la segunda Guía Sectorial en ODS. Gracias al trabajo conjunto con varias instituciones, empresas y organizaciones líderes en el sector, estamos orgullosos de ponerla a disposición de las empresas, y de todas las partes interesadas.
El intenso trabajo realizado nos ha servido para afianzar dos conclusiones que me gustaría compartir. Por un lado, el enfoque sectorial resulta fundamental para vehicular de forma práctica y eficiente la contribución del sector privado a la Agenda 2030. El impacto favorable en los ODS de la actividad de las empresas, se maximiza si actúan con una perspectiva más amplia que la propia empresa. Por ello conocer las peculiaridades del sector nos permitirá potenciar las contribuciones individuales y trabajar más eficazmente para superar los desafíos que se plantean.
En esta misma línea, trabajar en alianzas es la única forma que existe para asegurar la escalabilidad que exigen los ODS. Solo hace falta echar un vistazo a los 17 Objetivos para entender que ningún gobierno, institución, empresa u organización podrá ser eficaz si trabaja en solitario. Se necesitan alianzas, transversales y a largo plazo entre gobiernos, sector privado y sociedad civil. En definitiva, coordinar políticas públicas con estrategias privadas, cooperar en la búsqueda de soluciones innovadoras a problemas comunes y consensuar entre todos los actores las prioridades, financiación y capacidades necesarias para cada meta e indicador.
En el Pacto Mundial aplicamos ambos enfoques, tal como la presente Guía pone de manifiesto. En ella se identifican los retos a los que se enfrenta el sector agroalimentario de nuestro país y propone claves para superarlos. La Guía destaca las oportunidades que existen para el sector, señala pautas de actuación y da visibilidad a los esfuerzos que algunas empresas españolas del sector ya están haciendo, para que sirvan de inspiración. Todo ello es fruto de un trabajo en común entre la administración, la sociedad civil, Naciones Unidas y por supuesto, las empresas de sector.
Para concluir, esperamos que en esta Guía los lectores encuentren soluciones prácticas y pautas para que la experiencia de la contribución del sector agroalimentario a los Objetivos de Desarrollo Sostenible inspire a otros.