La preocupación por la calidad del aire en las ciudades, y su relación con la salud, ha llevado a Ecologistas en Acción a desarrollar campañas e informes sobre la situación de la contaminación atmosférica desde hace más de dos décadas. En este marco, desde 2020 se han desarrollado varias campañas de ciencia ciudadana, con captadores pasivos de dióxido de nitrógeno (NO2), en diferentes ciudades, para contribuir a la sensibilización social sobre esta grave situación.
El presente informe analiza los resultados de una campaña de medición realizada durante los meses de enero y febrero de 2023, en la que se han colocado captadores pasivos de NO2 en los entornos de 160 centros educativos de seis ciudades: Barcelona, Madrid, Xixón, Vigo, Murcia y Granada.
Para el estudio se seleccionaron centros de educación primaria y secundaria ubicados tanto en vías con alta densidad de tráfico motorizado como en entornos alejados de vías de alta capacidad y con poca exposición a los contaminantes emitidos por los vehículos.
Se han medido asimismo los niveles de NO2 junto a las estaciones oficiales de control de la contaminación, con la finalidad de calibrar los aparatos instalados en los colegios. En conjunto se han colocado 340 captadores pasivos en un total de 170 ubicaciones.
La campaña de medición se realizó entre enero y febrero de 2023 colocando un par de captadores pasivos de geometría plana en cada una de las ubicaciones seleccionadas.
Los dispositivos estuvieron colocados tres semanas, del 22 de enero al 12 de febrero, y posteriormente fueron enviados a un laboratorio acreditado para su análisis. Los captadores pasivos utilizados son dispositivos de bajo coste que permiten realizar campañas de sensibilización ciudadana ante la cuestión de la contaminación del aire. Tanto la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) como el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) reconocen el valor de estas campañas, como herramientas para la concienciación. Evidentemente, las mediciones realizadas con estos dosímetros no alcanzan la precisión de los datos que nos proporcionan las estaciones de control, pero nos sirven para tener una referencia aproximada sobre la calidad del aire que respiramos.
Las evidencias científicas son indiscutibles: casi un 10% de las muertes anuales en nuestro país se atribuyen a causas relacionadas con la contaminación del aire. Además de los fallecimientos, la mala calidad del aire provoca enfermedades crónicas y problemas en el desarrollo. La contaminación afecta seriamente a la salud infantil.
Los resultados de las mediciones, una vez procesados los datos y comparados con las referencias que nos dan las estaciones oficiales de medición de la contaminación, son muy preocupantes. Solo una de cada ocho, 20 de las 160 escuelas, el 13%, estarían por debajo de 20 µg/m3, el límite anual propuesto por la Comisión Europea en la revisión de la Directiva de Calidad del Aire actualmente en curso.
Sin embargo, un tercio de las escuelas analizadas (58 de 160, el 36%) estaría por encima de los 40 µg/m3, el límite anual legal actualmente vigente. Especialmente grave es la situación en Madrid, en la que tres de cada cuatro entornos escolares analizados supera este valor, y en Barcelona, ciudad en la que dos de cada tres centros analizados está por encima de los 40 µg/m3.
Numerosas organizaciones en toda Europa, y en el mundo, están desarrollando acciones para demandar un cambio en las ciudades, que permitan que los niños y niñas puedan llegar al colegio, y estar en él, sin tener que respirar aire contaminado. Ejemplos de ello son las calles escolares de Londres, reclamadas por Mums for Lungs, las de Francia, impulsadas por plataformas como La Rue est à Nous, el movimiento Bike to School en Italia… y más cerca, la Revuelta Escolar y los bicibuses impulsados entre otras por Eixample Respira en Barcelona, o el proyecto Colecamíns en València.
Ecologistas en Acción forma parte de la campaña europea Clean Cities, una de cuyas prioridades es precisamente demandar entornos escolares sin humos ni ruidos. Estas acciones se articulan a través del proyecto Streets For Kids, Calles Abiertas para la Infancia, mediante el que decenas de grupos locales y escuelas están demandando a los ayuntamientos medidas eficaces para reducir la contaminación atmosférica y acústica en los entornos escolares.
En marzo de 2022, el Congreso de los Diputados aprobó una Proposición No de Ley instando a los ayuntamientos a limitar el tráfico en las inmediaciones de las escuelas, hacer cumplir la normativa vigente para evitar la doble fila a la puerta de los colegios, y primar la proximidad al domicilio como criterio de zonificación escolar. El Real Decreto de Zonas de Bajas Emisiones, aprobado en diciembre de 2022, incluye zonas de especial vulnerabilidad, como centros escolares, sanitarios y de personas mayores, en los que deben tomarse medidas para reducir de forma rápida y ambiciosa las emisiones: de gases de efecto invernadero, de contaminantes atmosféricos y de ruidos. Los ayuntamientos tienen las competencias, la responsabilidad y la obligación legal de procurar entornos saludables y seguros.
