Si la economía azul global fuese comparable a una economía nacional, sería la séptima más importante del mundo, y el océano como entidad económica sería miembro del G7 (COM (2021) 240 final). Los océanos contienen el 97 % de toda nuestra agua, el 80 % de todas las formas de vida y son la principal fuente de proteínas para más de 3000 millones de personas en todo el mundo (European Commission, 2022. The EU Blue Economy Report, 2022). El océano nos proporciona oxígeno suficiente para respirar, alimentos para prácticamente la mitad de la humanidad y recursos esenciales para la salud humana. Por tanto, el océano es la base de la vida en el planeta y juega un papel vital para que se satisfagan nuestras necesidades más básicas. La economía azul comprende todas las actividades que están vinculadas al agua, el mar y los océanos. Se basa no solo en las formas de utilización más tradicionales (por ejemplo, la pesca y la acuicultura), sino que también combina una visión más amplia de actividades que pueden ofrecer importantes fuentes de desarrollo económico sostenible para España y las comunidades costeras en particular. Engloba a todas las industrias y sectores relacionados con los océanos, los mares y las costas, tanto si están directamente apoyados en el medio marino (por ejemplo, el transporte marítimo, el marisqueo o la generación de energía) como si están enclavados en tierra (por ejemplo, puertos o turismo costero).
El Informe de Sostenibilidad en España 2022 centra su análisis en el papel de la economía azul en la transición ecológica. A lo largo del informe se analiza el alcance y el tamaño de la economía azul en España. Su objetivo es brindar apoyo a los responsables políticos y las partes interesadas en la búsqueda de un desarrollo sostenible de los océanos, los recursos costeros y, en particular, para el desarrollo y la implementación de políticas e iniciativas en el marco del Pacto Verde Europeo y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
En el informe se hace un balance de la economía azul, en el escenario actual, teniendo en cuenta que la reciente invasión rusa de Ucrania está teniendo un impacto económico significativo en la economía europea y española, y que inevitablemente también afectará a los sectores de la economía azul. Pero sin olvidar que aún nos estamos recuperando de los efectos negativos que la COVID-19 ha tenido en sectores o actividades específicos de la economía azul. En este sentido, es importante apuntar que los datos utilizados para la producción del informe cubren principalmente hasta 2019, pero que, siempre que ha sido posible, se han utilizado datos más recientes.
A efectos del análisis realizado en el informe, la economía azul incluye todas aquellas actividades que se basan en el mar o están relacionadas con el mar. Por lo tanto, el informe examina no solo los sectores que tradicionalmente contribuyen a la economía azul, sino también los sectores emergentes e innovadores, que brindan nuevas oportunidades de inversión y tienen un gran potencial para el futuro desarrollo de las comunidades costeras. Los sectores analizados en el informe incluyen recursos marinos vivos, recursos marinos no vivos, energía renovable marina, actividades portuarias, transporte marítimo y turismo costero. Los sectores emergentes e innovadores de la economía azul incluyen energía marina renovable (es decir, energía oceánica, energía solar flotante y generación de hidrógeno en alta mar), bioeconomía azul y biotecnología, desalinización, defensa marítima, seguridad y vigilancia, investigación e infraestructura. Estos sectores ofrecen un potencial significativo para el crecimiento económico, la transición hacia la sostenibilidad y la creación de empleo.
Preservar y aumentar el capital natural de los mares y océanos es fundamental para garantizar la prestación continua de valiosos servicios ecosistémicos y para que España logre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU, tal como se subraya en el Pacto Verde Europeo. Pero la transición hacia la sostenibilidad también requiere una gran inversión pública y privada para el desarrollo de soluciones que desvinculen el crecimiento económico del impacto ambiental, de acuerdo con los objetivos del Pacto Verde Europeo. En este sentido, la descarbonización del transporte marítimo jugará un papel fundamental en los próximos años, dadas las alarmantes proyecciones de aumento de las emisiones de GEI del transporte marítimo en varios escenarios. Los mares y océanos son, de hecho, los sumideros finales de diferentes tipos de contaminación marina, incluidos los plásticos, la basura, el exceso de nutrientes y los contaminantes químicos nocivos. Junto con el cambio climático, sus impactos en los ecosistemas marinos pueden ser catastróficos. El aumento del nivel del mar, por ejemplo, podría causar la pérdida de más de 200 000 millones de euros al año para el año 2080, según el estudio PESETA IV de la UE, principalmente en términos de daños a activos físicos y propiedades residenciales en las zonas costeras. Los países de la costa sur serán los más afectados, con pérdidas de PIB que alcanzarán el 2,7 %.
El informe se divide en dos partes: una primera de contexto, donde, junto a la exposición de varias cuestiones generales, como el contexto económico y político general de la economía azul y la importancia de la comunidad biológica sobre la que se asienta, se expone un listado con los principales indicadores sobre economía azul en España; y una segunda parte compuesta por una serie de artículos que analizan en profundidad los principales indicadores económicos, tendencias, impactos ambientales e impulsores e interacciones con otros sectores o actividades, de los principales sectores que componen la economía azul. Además, se incluye un capítulo específico dedicado al papel de la economía circular y otro dedicado a las fuentes de financiación.
Es importante señalar que sí —hasta la fecha— todos los informes de sostenibilidad de la Fundación Alternativas se han basado en artículos de autor que ofrecen un análisis del estado, tendencias y perspectivas del vector analizado mediante un enfoque integrado en el que se recogen las complejas interacciones que se necesitan para impulsar el cambio, en esta ocasión se ha introducido un nuevo apartado de análisis básico mediante indicadores. La inclusión de este nuevo capítulo pretende ofrecer al lector la mejor forma de analizar la evolución a lo largo del tiempo de las principales variables que definen la economía azul en España, permitiéndole juzgar si estamos progresando de forma sostenible. Por otro lado, es importante apuntar que, conscientes de las limitaciones existentes, se ha partido de un sistema de indicadores maduros y reconocidos a nivel mundial, comunitario y nacional que, a su vez, cumplen con los requisitos de comparabilidad, exactitud, especificidad y comprensión. Además de ser fiables, fáciles de interpretar, sencillos de obtener, significativos y relevantes, a fin de que representen la realidad para poder actuar en consecuencia. Los indicadores escogidos también cumplen las exigencias de la comunidad científica, como son la sensibilidad a los cambios, ser científicamente solventes, verificables, reproducibles y útiles para la acción.
Como se ha apuntado al inicio de este apartado, este informe pretende ser una aportación útil para evaluar la evolución de la contribución de los océanos y las costas a la economía española. También pretende apoyar el desarrollo de políticas que persigan la visión estratégica de España para una economía azul sostenible en todos los niveles de gobernanza. El informe brinda, además, una perspectiva sobre los impactos que los desafíos globales como el cambio climático, la conservación de la biodiversidad y el uso eficiente de los recursos tienen en el potencial de la economía azul en España.
