Medio mundo no está preparado para los desastres
Un nuevo informe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM ) advierte que la mitad de los países del mundo no están protegidos por sistemas de alerta temprana multirriesgos
Las cifras son aún peores para los países en desarrollo que se encuentran en la primera línea del cambio climático. Menos de la mitad de los países menos adelantados y solo un tercio de los pequeños Estados insulares en desarrollo cuentan con un sistema de alerta temprana multirriesgo.
El informe, Estado mundial de los sistemas de alerta temprana multirriesgos – Objetivo G, analiza nuevos datos y muestra que los países con una cobertura de alerta temprana limitada tienen una mortalidad por desastres ocho veces mayor que los países con una cobertura sustancial a completa.
“El mundo no está invirtiendo en proteger las vidas y los medios de subsistencia de quienes están en primera línea. Los que menos han hecho para provocar la crisis climática están pagando el precio más alto”, dijo António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, en un mensaje de video.
El Secretario General hizo un llamado a todos los países a invertir en sistemas de alerta temprana, “Ocurrirán eventos climáticos extremos. Pero no es necesario que se conviertan en desastres mortales”.
Estado mundial de los sistemas de alerta temprana multirriesgos – Objetivo G
El Sr. Guterres ha pedido a la OMM que encabece nuevas acciones para garantizar que cada persona en la Tierra esté protegida por sistemas de alerta temprana en los próximos cinco años.
Los sistemas de alerta temprana de peligros múltiples abordan varios peligros que pueden ocurrir solos, simultáneamente o en cascada. Muchos sistemas solo cubren un tipo de peligro, como inundaciones o ciclones. Dado que el cambio climático provoca fenómenos meteorológicos más frecuentes, extremos e impredecibles, es más urgente que nunca invertir en sistemas de alerta temprana que aborden múltiples peligros. Esto se debe a la necesidad de advertir no solo sobre el impacto inicial de los desastres, sino también sobre los efectos de segundo y tercer orden. Los ejemplos incluyen la licuefacción del suelo después de un terremoto o un deslizamiento de tierra y los brotes de enfermedades después de fuertes lluvias.
El informe, publicado para conmemorar el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, muestra que los países menos desarrollados, los pequeños estados insulares en desarrollo y los países de África requieren la mayor inversión para aumentar la cobertura de alerta temprana y protegerse adecuadamente contra los desastres.