Las ciudades son el epicentro de un desafío global: combinar desarrollo urbano con sostenibilidad ambiental y bienestar social. Con más del 55% de la población mundial viviendo en entornos urbanos, una cifra que podría llegar al 68% en 2050, este crecimiento intensifica la presión sobre recursos esenciales como el agua y la energía, mientras agrava problemas como la contaminación y la fragmentación de ecosistemas. Responsables del 70% de las emisiones globales de CO₂, las ciudades tienen un papel clave en la lucha contra el cambio climático. Su transformación hacia modelos de movilidad sostenible, eficiencia energética y uso de energías renovables, junto con una gestión hídrica y ecológica más sostenible, resulta imprescindible para reducir su impacto ambiental y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
El Informe de Sostenibilidad en España subraya la necesidad de convertir las ciudades en referentes de transición ecológica, sostenibilidad y equidad, ofreciendo estrategias basadas en datos, buenas prácticas y propuestas concretas. Este enfoque incluye la renaturalización de espacios urbanos, la promoción de soluciones basadas en la naturaleza y la participación activa de la ciudadanía, elementos que fomentan resiliencia y cohesión social frente a los desafíos del cambio climático. Así, el informe plantea una hoja de ruta para construir ciudades más habitables, saludables y sostenibles, adaptadas a los grandes retos ambientales del siglo XXI.