La Guía Municipalista de la Activista Climática pretende facilitar a los grupos locales de Ecologistas en Acción (y a cualquier otro colectivo interesado) claves prácticas para actuar frente a la emergencia climática a nivel municipal.
Esta guía se divide en dos partes:
- Parte 1: Primeros pasos para impulsar el cambio en municipios y barrios, se centra en la puesta en marcha de iniciativas sociales y comunitarias que construyan e implementen prácticas y medidas para la transición ecosocial.
La crisis climática es una realidad y nos afecta, no sólo a nivel global, sino a un nivel localísimo. Tan local que podemos sentirlo en nuestras propias carnes dentro de casa, en nuestras calles y ciudades y, desde luego, en nuestro entorno natural: campos, mares, ríos, montañas y naturaleza urbana.
Otra evidencia es que tenemos que actuar: no nos queda más remedio, no es una opción. Y hacerlo, actuar, será unas veces más frustrante y generará más desasosiego o intranquilidad que otras. Es más, podemos facilitar que actuar sea gratificante, esperanzador y que, incluso, genere lazos afectivos que antes de ponernos manos a la obra no teníamos y a los que no querremos renunciar una vez creados – qué tremendas nos ponemos.
Pues una de las muchas formas que hay de actuar, como decíamos, es con otras personas y organizándonos. Y organizarse es participar. Pero no sólo eso, podemos hacerlo construyendo espacios de participación junto a perfiles con los que no habíamos trabajado antes, en una creación colectiva del conocimiento, de los análisis, de las observaciones, de las propuestas y de las acciones.
Por eso, traemos en esta parte de la guía propuestas de participación, de política callejera y municipalista como medicina contra ecoansiedades, dolores y fatalismos. Iniciativas que exploran lo pequeño y lo cercano para reconstruir y reforzar nuestras comunidades inmediatas, para encontrar y aunar los pies, corazones y manos con los que construir y transformar nuestro entorno cotidiano y con los que transitar el cambio.
En este cuadernillo puedes encontrar:
- En el primer apartado se realiza una introducción a la participación ambiental, tratando definiciones elementales, beneficios y cualidades de la misma.
- El segundo aborda iniciativas de acción comunitaria y social frente a la emergencia climática que creemos pueden servir de inspiración para poner en marcha otras, ya sean semejantes o diferentes.
- El tercero comparte claves de participación y comunicación, construidas a partir de las experiencias presentadas en el apartado anterior, que entendemos pueden resultar útiles a la hora de iniciar un proceso de acción social por el clima a nivel local.
- El cuarto contiene una compilación de información sobre iniciativas y redes de acción social por el clima a nivel nacional e internacional.
- El quinto ofrece referencias para profundizar más, así como un listado de herramientas, materiales y recursos para trabajar sobre cambio climático en grupo.
- Parte 2: Cómo incidir en la política municipal, aborda la defensa y promoción de propuestas de políticas públicas de adaptación y mitigación ante los gobiernos locales.
Desde la primera Cumbre de la Tierra de Naciones Unidas, celebrada en Estocolmo en 1972, hemos podido observar la disparidad entre la gravedad y dimensión de los problemas ambientales que enfrentamos y el escaso compromiso de los gobiernos. Hoy podemos decir que la suerte está echada, que el tiempo para prevenir ya pasó, y lo que nos queda es agarrarnos de la mano y aprender a navegar sin mapas fiables, para transitar los cambios que vienen de la mejor manera posible.
Esta guía sin embargo es, o pretende ser, tremendamente optimista. Porque el camino que tenemos enfrente lo requiere, porque subir una montaña pensando «no voy a poder» resta fuerza, y convierte ese pensamiento en una verdadera carga adicional. Pero también porque hay razones para ello.
Este manual está pensado para facilitar el trabajo de los grupos locales para promover la implementación de políticas públicas para hacer frente al cambio climático a nivel municipal. La debilidad evidente es que los ayuntamientos están supeditados a los niveles de gobierno superiores, al tiempo que muchos de los problemas ambientales -desde el calentamiento global, a la gestión de un río, o el cuidado de la biodiversidad- superan con mucho cualquier término municipal.
Los municipios son, por tanto, espacios políticos clave para superar el déficit democrático, el desprecio por el bienestar de la comunidad, y por el propio medio que necesitamos para vivir, que nos ha traído hasta aquí. Son, adicionalmente, esenciales tanto en términos de emisiones (se estima que las ciudades son responsables del 70% de las emisiones de carbono), como en términos de implementación de las necesarias políticas de adaptación y mitigación, ya que son el lugar, el escenario, donde nuestra vida pasa, por lo que nuestra actuación a este nivel es fundamental.
En este cuadernillo puedes encontrar:
- En el primer apartado se especifican las competencias municipales y se muestran algunas de las medidas de mitigación y adaptación que se pueden implementar para la sostenibilidad urbana.
- El segundo aborda cómo crear y trasladar una demanda de actuación concreta. Comprende un proceso completo de planificación para la articulación y traslado de una medida de política pública a nivel municipal.
- En el tercero se comparten algunos de los problemas principales que vamos a encontrar en nuestra interacción con los ayuntamientos, así como consejos y algunas propuestas para superarlos.
- El cuarto apartado trata aspectos esenciales sobre la comunicación del cambio climático, tanto en términos generales como en el contexto concreto municipal.
- En el quinto se realiza una compilación de información elemental sobre ciudades y cambio climático, sobre las obligaciones legales y compromisos adquiridos por la administración pública y sobre las principales redes institucionales de municipios por el clima.
- El sexto ofrece un listado de guías, documentos y recursos para profundizar más.
En este sentido, ambas partes forman un todo que se complementa, si bien cada una puede leerse por separado.
