Las infecciones por bacterias multirresistentes y la falta de efectividad de los antibióticos son las responsables, según el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (2022), de unas 4000 muertes anuales solo en España. Un dato que adquiere mayor trascendencia si se tiene en cuenta que es cuatro veces superior a los fallecimientos por accidente de tráfico.
Ante esta realidad, el papel del medio ambiente es clave en el incremento en la resistencia de las bacterias a los antibióticos ya que actúa como reservorio y vía de propagación. También cabe destacar cómo el efecto del cambio climático, con el aumento de la temperatura global, conlleva un aumento en la proliferación de bacterias y su resistencia y la sucesión de fenómenos extremos como inundaciones o sequías conlleva que las bacterias resistentes se vayan acumulando en diferentes zonas del planeta.
A ello hay que añadir que la resistencia a los antibióticos también genera problemas ecológicos que se distinguen por interacciones complejas que afectan a la salud de las personas, los animales y el medioambiente. Por ejemplo, los antibióticos y bacterias resistentes de procedencia agraria son absorbidos por las plantas y los cultivos, trasladándose a lo largo de la cadena alimentaria hasta llegar a los alimentos que finalmente ingerimos.
Por ello, de la mano de Pfizer, llevamos a cabo este proyecto en el que, a través de un cuento intergeneracional, una exposición itinerante y la celebración de encuentros de reflexión buscamos concienciar a la sociedad en general sobre esta problemática. Porque lo que es bueno para la salud del planeta es bueno para la salud de las personas.