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Recursos de Educación Ambiental

Mas claro, agua. Impacto del cambio climático en la agricultura del arco mediterráneo español

Documentación
Año
2023
Autoría
COAG
Formato
Pdf descargable
Idioma
Español
Edita
Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG)
Temas
Cambio climático y cambio global
Ciclo del agua. Uso, ahorro y eficiencia
Ciencias de la Tierra
Consumo responsable y economía circular
Desarrollo rural. Agricultura, ganadería y sector forestal
Educación, comunicación y formación ambiental
Investigación y ciencia
Medio Ambiente y sostenibilidad social, económica y ambiental
Salud y Medio Ambiente
ODS Relacionado
02. Hambre cero
03. Salud y bienestar
06. Agua limpia y saneamiento
09. Industria, innovación e infraestructura
11. Ciudades y comunidades sostenibles
12. Producción y consumo responsables
13. Acción por el clima
15. Vida de ecosistemas terrestres
16. Paz, justicia e instituciones sólidas
17. Alianzas para lograr los objetivos

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Tal como recoge el sexto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC 2022), es probable que el cambio climático reduzca el rendimiento de los cultivos en muchas zonas del planeta, principalmente debido al aumento de las temperaturas, que afectará a la fenología de los cultivos y acortará su periodo vegetativo (IPCC 2022). Además, el cambio climático provocará un aumento de fenómenos climáticos extremos como pedriscos, inundaciones y sequías.

En el informe publicado por COAG sobre cambio climático (Resco 2022), ya se recogían los principales retos que plantea el cambio climático para cuatro sistemas agrarios en la península ibérica: viñedo, cereal, olivar y dehesa. Además, otros cultivos también se verán afectados de la misma forma.

Por ejemplo, el almendro se podría ver perjudicado por temperaturas más altas durante la floración en variedades tardías (Martínez-Gómez et al., 2017) o en las zonas más cálidas solo con un incremento de 1,5 °C (Lorite et al., 2020). También podría haber una reducción del periodo efectivo de polinización en las zonas más frías (Ortega et al., 2004; Lorite et al., 2020), un incremento de daños por heladas en las zonas más frías (Lorite et al., 2020) y una mayor competencia entre yemas vegetativas y florales por nutrientes y agua, lo que podría conducir a reducciones en la productividad (Benmoussa et al., 2018).

La falta de acumulación de frío podría amenazar también la viabilidad de ciertas variedades de frutales como el melocotonero con un incremento de 1,5 °C o la manzana a partir de los 2 °C en ciertas zonas de la península ibérica (Rodríguez et al., 2019), y el almendro en zonas más cálidas como el valle del Guadalquivir con 1,5 °C (Lorite et al., 2020). Además, el pistacho, como ya está ocurriendo en el norte de África (Benmoussa et al., 2017a; Benmoussa et al., 2017b), podría verse amenazado.

En el caso de los cítricos, tanto el estrés hídrico (García-Tejero et al., 2010) como las temperaturas (Wang et al., 2022) ejercen una gran influencia en la calidad y el rendimiento. Por ejemplo, temperaturas demasiado cálidas en otoño e invierno podrían reducir el número de flores y el cuajado. Si se superan ciertos límites durante la fase de floración, también podría haber un aumento de los abortos (Kumar et al., 2011). Esto implicaría un aumento del riesgo en las zonas de cultivo actuales en la península ibérica (Iglesias et al., 2010).

La agricultura de regadío consume más del 80 % del total del agua del planeta y obtiene aproximadamente el 40% de los alimentos de origen agrícola. Su superficie se ha doblado en los últimos 50 años y ahora constituye alrededor del 20 % de los terrenos cultivados (Meier et al., 2018; Rosa et al., 2020; FAO, 2018; IPCC, 2022).

La región mediterránea es una zona con escasez de agua, no solo en términos absolutos sino también debido a la concentración de lluvias en invierno y a la elevada variabilidad interanual, lo que lleva a la presencia de sequías frecuentes (Lionello et al., 2006).

El cambio climático podría empeorar esta situación al aumentar la evapotranspiración potencial, disminuir las precipitaciones y las reservas de nieve, y aumentar la frecuencia e intensidad de las sequías (IPCC, 2014), lo que provocaría un aumento en la aridez en toda la región mediterránea (Douville et al., 2021). Como resultado, el estrés hídrico en el secano y la falta de disponibilidad de agua en el regadío se perfilan como los mayores obstáculos a superar en esta zona (Resco, 2022).

Y una mayor aridez incrementa la demanda de agua de los cultivos. Las necesidades globales de riego podrían aumentar un 25 % en el norte y el doble en el sureste del Mediterráneo (Fader et al., 2016), aunque el acortamiento de la temporada de crecimiento (Saadi et al., 2015) y el incremento de la concentración de CO2 (Fares et al., 2017; Fischer et al., 2022) podrían llegar a reducirlas en algún caso. No obstante, las ventajas del aumento de los niveles de CO2 requieren mayor investigación, ya que podrían disminuir en el tiempo debido a una cierta aclimatación de los cultivos (Ramírez y Kallarackal, 2015).

Este aumento también se dará para otros usos como el urbano, lo que en definitiva incrementará la conflictividad y hará más vulnerables los sistemas de regadío ante la escasez del recurso (Jiménez Cisneros et al., 2014).

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