La triple crisis planetaria hace que la humanidad se enfrente a un cambio climático, una pérdida de biodiversidad y una contaminación sin precedentes. Este reporte se centra en las implicaciones de la crisis climática para los derechos de la niñez ahora y en el futuro. En 2021, Save the Children, en colaboración con un equipo científico de la Vrije Universiteit Brussel, publicó un reporte en el que se mostraba que, de acuerdo con los compromisos del Acuerdo de París, la niñez nacida en 2020 experimentará de media el doble de incendios forestales, 2,8 veces más exposición a pérdidas de cosechas, 2,6 veces más sequías, 2,8 veces más crecidas fluviales y 6,8 veces más olas de calor a lo largo de su vida, en comparación con la generación de sus abuelos/as nacida en 1960. A pesar de ser quien menos ha contribuido a la crisis climática, la niñez es la que más está sufriendo sus efectos, sobre todo la niñez más afectada por la desigualdad y la discriminación y la que vive en países de ingresos bajos y medianos (LMIC, por sus siglas en inglés).
Mientras tanto, tanto la crisis climática como la necesidad urgente de actuar se intensifican, y es probable que se incumpla el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. Impulsado por los intereses creados de las industrias de combustibles fósiles y otras industrias destructoras del medioambiente, y magnificado por la inacción de los emisores históricos con mayor responsabilidad por los impactos climáticos, el cambio climático está provocando una crisis intergeneracional de los derechos de la niñez. Esto niega el derecho de la niñez a un medioambiente limpio, saludable y sostenible y supone una carga para la niñez ahora y en el futuro, especialmente en los LMIC que sufren los impactos más peligrosos de la crisis climática. Este reporte añade nuevos datos acerca del impacto de los fenómenos climáticos extremos en la niñez y actualiza nuestras recomendaciones para la acción climática, con el fin de reflejar los avances que se han producido desde 2021. Nuestra esperanza es que, al aclarar lo que está en juego para la niñez, estas evidencias puedan contribuir a crear la voluntad política necesaria para actuar.
Según un nuevo modelo elaborado por la Vrije Universiteit Brussel, se prevé que la niñez nacida en 2020 experimentará niveles sin precedentes de extremos climáticos a lo largo de su vida. En este contexto, “sin precedentes” se define como la exposición a fenómenos climáticos extremos que solo tendríamos una probabilidad de 1 entre 10.000 de experimentar a lo largo de nuestras vidas en un mundo sin cambio climático inducido por las actividades humanas. En otras palabras, se refiere a nuevos niveles de extremos climáticos nunca vistos, a los que la crisis climática nos obliga ahora a enfrentarnos. Estos extremos incluyen olas de calor, pérdidas de cosechas, crecidas fluviales, ciclones tropicales, sequías e incendios forestales. La trayectoria de los compromisos políticos actuales, que apuntan a un aumento de 2,7 °C de la temperatura global para 2100, dibuja un panorama sombrío.