Este informe muestra que, una vez más, las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera continúan alcanzando niveles récord, lo que contribuye al calentamiento de la tierra y el océano, el derretimiento de las capas de hielo y los glaciares, el aumento del nivel del mar y el calentamiento y la acidificación de los océanos. Existen importantes lagunas en las redes de observación del tiempo y el clima, especialmente en los países menos adelantados (PMA) y los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID), lo que constituye un obstáculo para el seguimiento del clima de referencia, especialmente a escala regional y nacional, y para el suministro de alerta temprana y servicios climáticos adecuados. La OMM trabaja con sus miembros y socios para mejorar las observaciones climáticas a través del Sistema Mundial de Observación del Clima (SMOC) y garantizando mecanismos financieros adecuados para las observaciones meteorológicas y climáticas a través del Servicio de Financiación de Observaciones Sistemáticas (SOFF). Si bien las emisiones continúan aumentando y el clima continúa cambiando, las poblaciones vulnerables continúan viéndose gravemente afectadas por los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos. Por ejemplo, en 2022, la sequía continua en África oriental, las lluvias sin precedentes en Pakistán y las olas de calor sin precedentes en China y Europa afectaron a decenas de millones, generaron inseguridad alimentaria, provocaron migraciones masivas y costaron miles de millones de dólares en pérdidas y daños. Sin embargo, la colaboración entre los organismos de las Naciones Unidas ha demostrado ser muy eficaz para abordar los impactos humanitarios inducidos por fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, especialmente en la reducción de la mortalidad y las pérdidas económicas asociadas.
La Iniciativa de Alertas Tempranas para Todos de las Naciones Unidas, encabezada por la OMM, tiene como objetivo llenar el vacío de capacidad existente para garantizar que todas las personas en la Tierra estén cubiertas por los servicios de alerta temprana. Lograr esta ambiciosa tarea requiere observaciones sólidas y actualizaciones periódicas de los indicadores climáticos clave, como se indica en este informe.
La OMM también está preparando un nuevo esquema para monitorear los sumideros y fuentes de los principales gases de efecto invernadero basado en modelos y mediciones satelitales y terrestres. El esquema permitirá una mejor comprensión de las incertidumbres relacionadas con la fuerza de los sumideros de carbono y las fuentes asociadas con el uso de la tierra, así como las relacionadas con las fuentes de metano.
Aprovecho esta oportunidad para felicitar y agradecer a los expertos y al autor principal, quienes compilaron conjuntamente este informe utilizando análisis de datos físicos y evaluaciones de impacto, y para agradecer a todos los colaboradores, en particular a los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales Miembros de la OMM y los Centros Regionales del Clima y las agencias de las Naciones Unidas. , por su colaboración y aportes.