En un contexto de policrisis y de incertidumbre económica y social como la actual es previsible anticipar que las poblaciones se vean afectadas negativamente y, por tanto, los riesgos sobre los derechos humanos aumenten.
El conflicto en Ucrania, la hiperinflación especialmente en Europa, el aumento de las desigualdades socioeconómicas, la precariedad laboral ante el desarrollo de la gig economy, los efectos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, o los flujos migratorios que estamos evidenciando reflejan estos tiempos complejos, cambiantes e inciertos que atravesamos.
Como resultado de este escenario, surgen nuevos riesgos para los derechos humanos dado que se incrementan las situaciones de vulnerabilidad de determinados colectivos y deriva en impactos negativos sobre las personas y el planeta. Para abordar la complejidad del asunto, debemos considerar que los derechos humanos no solo son un problema desde el punto de vista moral o ético, sino que tiene consecuencias importantes para el desarrollo social y económico y están vinculados a los impactos ambientales.
Por todo ello se hace necesario abordar los derechos humanos desde una visión renovada que permita dar respuesta a estos escenarios para poder incluir nuevos temas, redefinir enfoques o extender derechos a nuevos colectivos que no se han tenido en cuenta históricamente. El mundo ha cambiado profundamente desde la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos2 en 1948 y, aunque sigue siendo el documento de referencia internacional donde se plasman los derechos humanos básicos, es cada vez más necesario hablar desde la óptica de los derechos humanos emergentes para dar espacio a nuevos temas.
La necesidad de esta relectura se extiende al mundo empresarial, especialmente en un momento en que el poder de los agentes privados cada vez es mayor que el de los agentes públicos, de ahí que deban ser más protagonistas en la salvaguarda de los derechos humanos. Como resultado, la gestión de riesgos e impactos en los derechos humanos por parte de las organizaciones se está integrando cada vez más en los procedimientos de gestión interna y como parte central de las estrategias de sostenibilidad, principalmente a través de los procesos de debida diligencia.
La transformación digital, el surgimiento de sociedades más diversas donde ciertos grupos minoritarios pueden verse potencialmente no representados, o los riesgos de la concentración sectorial para consumidores, clientes y usuarios son tendencias con implicaciones para las empresas y en cómo abordan sus impactos en los derechos humanos. A su vez, esta gestión repercute en la relación con sus grupos de interés, especialmente en cómo les impactan positiva y negativamente y cómo tienen en cuenta sus necesidades y expectativas a la hora de articular sus estrategias de negocio, un elemento cada vez más importante desde el punto de vista de la gestión empresarial de la sostenibilidad.
Por todo ello, cada vez más empresas integran estas cuestiones a través del diseño e implementación de procesos de debida diligencia para anticipar posibles riesgos y establecer las medidas oportunas que les permitan prevenirlos o mitigarlos, y así minimizar cualquier impacto negativo que pudiera producirse en sus cadenas de valor y en sus propias operaciones.
Las empresas están abordando los derechos humanos por propia convicción o en respuesta a las presiones del regulador, el mercado de capitales y los clientes o empleados. Para integrar la gestión de los derechos humanos como parte de la estrategia de sostenibilidad (y en la estrategia de negocio) será fundamental entenderlo como un proceso vivo y en constante construcción para anticiparse a la regulación en debida diligencia, especialmente a nivel europeo (Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa, Directiva europea sobre debida diligencia en derechos humanos y medio ambiente o Propuesta de regulación para la prohibición de productos elaborados a través de trabajo forzoso) pero también nacional (Anteproyecto de ley de protección de derechos humanos, Anteproyecto por el que se regula el marco de información corporativa sobre cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza).
Este informe tiene como objetivo ofrecer una visión renovada de los derechos humanos que toda empresa debe considerar en sus procesos de debida diligencia para adaptarse a las tendencias actuales y anticiparse a futuros requerimientos normativos.
