Prólogo de Antonio Guterres, secretario General de la ONU
La perturbación climática que se acelera rápidamente significa que nadie está a salvo de desastres como inundaciones, sequías, olas de calor, tormentas extremas, incendios forestales o aumento del nivel del mar. La respuesta está en una acción climática urgente, pero seguimos alimentando nuestra adicción a los combustibles fósiles y comprometiendo los medios de subsistencia de las generaciones futuras.
En el Acuerdo de París sobre el cambio climático, los gobiernos se comprometieron a limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados y construir comunidades resilientes al clima.
El informe Unidos en la ciencia de este año muestra que estamos muy lejos del camino. Es hora de convertir las promesas en acción. Necesitamos una revolución de las energías renovables para reducir las emisiones de carbono. También debemos duplicar la inversión en adaptación. Un primer paso necesario, rápido y rentable, es la alerta temprana. Las alertas tempranas salvan vidas y medios de subsistencia frente a las amenazas climáticas.
Sin embargo, muchos países en desarrollo todavía carecen de tales sistemas. Garantizar alertas tempranas es esencial para ayudar a las personas a prepararse para eventos climáticos extremos, sequías y otros impactos climáticos. Me complace que la Organización Meteorológica Mundial esté desarrollando un plan para garantizar una cobertura mundial universal de alerta temprana en los próximos cinco años.
Sin embargo, necesitamos mucho más si queremos estar a la altura del desafío climático existencial. Insto a todos los líderes a prestar atención a los hechos en este informe, a unirse detrás de la ciencia y a tomar medidas climáticas ambiciosas y urgentes.