El Área de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Zaragoza ha instalado una estación de medición de calidad del aire provisional en la Plaza Aragón para recabar datos adicionales que ayuden al servicio de Movilidad Urbana a definir la futura zona de bajas emisiones.
La estación estará en funcionamiento hasta finales de febrero y en ella se están midiendo los niveles de partículas PM10 Y PM2,5, así como monóxido de carbono, benceno y óxidos de nitrógeno. Los datos son transmitidos en tiempo real al Centro de Control Ambiental, donde se analizan junto al resto de información captada por la Red Municipal de Calidad del Aire.
Este nuevo punto de medición va a complementar los datos que recaba la estación Centro, ubicada en la calle Albareda, donde se miden contaminantes como el dióxido de nitrógeno (NO2), el Ozono (O3) o el dióxido de azufre (SO2). De las ocho estaciones permanentes que tiene la Red Municipal de Calidad del Aire, se ha elegido ésta por ser la más representativa de un entorno urbano y la que mejor información extrapolable puede aportar.
Con la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética, todas las ciudades de más de 50.000 habitantes deberán tener operativa en 2023 una zona de bajas emisiones. En Zaragoza su implantación será gradual e irá acompaña de un proceso informativo amplio porque supondrá cambios en los hábitos de movilidad de los zaragozanos.
La consejera de Medio Ambiente, Patricia Cavero ha destacado que ‘la calidad del aire en Zaragoza es buena pero aún así tenemos todavía un importante margen de mejora. La OMS recientemente ha fijado unas recomendaciones más estrictas y eso nos exige a todas las ciudades redoblar esfuerzos y tomar medidas adicionales para que el aire que respiramos sea mejor y también nuestra salud. La implantación de la zona de bajas emisiones es una de ellas’.
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