El Ayuntamiento de Zaragoza va a probar un nuevo sistema para reducir las toneladas de toallitas húmedas y otros residuos sólidos que llegan a los ríos Ebro, Gállego y Huerva. Una situación que se agrava durante los episodios de lluvia, cuando circula más agua de la habitual por la red de tuberías arrastrando todos los restos depositados que acaban en los ríos. Para lograr este propósito, se van a instalar unas placas en los aliviaderos que ejercerán de colador para inmovilizar los sólidos dejando pasar únicamente al agua.
Esta técnica empezará a testarse en las próximas semanas y forma parte del plan de actuaciones que se están desarrollando en Ecociudad.
La más próxima persigue reducir los residuos que se vierten a los ríos durante los episodios torrenciales, cuando la red de tuberías soporta un volumen de agua extra que arrastra los restos sólidos que se encuentra por el camino y que acaban en los cauces. Basura contaminante que, por otro lado, también llega al cauce desde aguas arriba.
En concreto, el ayuntamiento va a colocar un equipo de retención compuesto por placas metálicas conectadas a unas mallas que van a funcionar de colador, reteniendo los restos y dejando pasar el agua.
Se van a instalar en los aliviaderos de la red de saneamiento que se ubican en las riberas de los ríos. Estos desagües entran en funcionamiento durante las tormentas para derivar el exceso de agua hacía los cauces evitando así que puedan producirse inundaciones en las calles o daños en las canalizaciones.
Hasta ahora no se filtraba el agua, y lo que se va a conseguir con el nuevo sistema es acumular los restos, que se extraerán una vez que baje el caudal.
La más próxima persigue reducir los residuos que se vierten a los ríos durante los episodios torrenciales, cuando la red de tuberías soporta un volumen de agua extra que arrastra los restos sólidos que se encuentra por el camino y que acaban en los cauces. Basura contaminante que, por otro lado, también llega al cauce desde aguas arriba.
En concreto, el ayuntamiento va a colocar un equipo de retención compuesto por placas metálicas conectadas a unas mallas que van a funcionar de colador, reteniendo los restos y dejando pasar el agua.
Se van a instalar en los aliviaderos de la red de saneamiento que se ubican en las riberas de los ríos. Estos desagües entran en funcionamiento durante las tormentas para derivar el exceso de agua hacía los cauces evitando así que puedan producirse inundaciones en las calles o daños en las canalizaciones.
Hasta ahora no se filtraba el agua, y lo que se va a conseguir con el nuevo sistema es acumular los restos, que se extraerán una vez que baje el caudal.
Noticia completa en El Periódico de Aragón. Carlota Guiomar