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El Bajo Aragón opta por un compostaje comunitario para ocho de sus pueblos

Berca Brand SL será la empresa encargada de poner en marcha en ocho municipios de la Comarca del Bajo Aragón distintas zonas de compostaje comunitario. El proyecto, que está en una fase inicial, se desarrollará en las próximas semanas en los municipios de Aguaviva, Alcorisa, La Cañada de Verich, Foz Calanda, Mas de las Matas, Valdealgorfa, La Cerollera y La Ginebrosa.

La empresa, que ha sido adjudicataria del contrato por un montante de 284.059 euros, realizará la obra civil para el acondicionamiento de las zonas de compostaje comunitario, suministrará e instalará el equipamiento de dichas zonas, con material como cajones de estructurante, composteras, entre otros elementos.

Aunque todas las zonas de compostaje tendrán las mismas dimensiones y características técnicas, el proyecto contempla dos tipos de zonas, que se diferenciarán por las lineas de composteras, de manera que las de tipo I tendrán una linea de tres composteras y las de tipo II tendrán dos, sumando un total de seis con unas dimensiones de 7×4 metros, y, por tanto con una capacidad que duplicará a las de tipo I. En todas ellas habrá contenedores marrones de 220 litros, composteras, cajón de estructurante y baúl de resina.

El proyecto deberá estar terminado en un plazo de tres meses, por lo que el sistema de compostaje en estos municipios podría ponerse en funcionamiento, tras el periodo de información y formación a la población, en el segundo trimestre de este año.

Se estima que la población de las ocho localidades produce un volumen próximo al 1.600.000 kilos anuales de fracción resto, de los que 631.000 kilos, según el Plan GIRA del Gobierno de Aragón, serían biorresiduos.

El proyecto contempla la creación de 15 áreas de compostaje en total y de dos rutas de recogida, por lo que la propuesta supondrá la contratación de dos operarios a jornada completa que se harán cargo de las dos rutas de transporte y de la atención de las zonas de compostaje en días alternos. Los operarios que se contraten no solo tendrán que hacerse cargo de la gestión de las zonas de compostaje comunitario, sino de su cierre y apertura, de la revisión de la materia orgánica depositada en los contenedores, del triaje de impropios y de su depósito en la fracción resto, de la limpieza del área y de la reposición del material estructurante necesario para la fabricación del compost.

Asimismo, el proyecto estará a cargo de una dirección técnica que supervisará los trabajos del equipo de mantenimiento de las composteras durante el arranque de los trabajos, que formará al personal de mantenimiento y que, además, dirigirá y seguirá el trabajo.

Aitor Clemente, consejero de Medio Ambiente de la Comarca del Bajo Aragón, explicó los motivos por los que la institución ha optado por un sistema de compostaje comunitario: “la mayoría de los pueblos de nuestra comarca son pequeños y el hecho de tratar la materia orgánica in situ tiene ventajas económicas y medioambientales”. Según detalló, “la mayor parte de la materia orgánica es agua y transportarla a un centro de tratamiento, teniendo en cuenta que algunos pueblos producen una muy pequeña cantidad de residuos, no es ni lo más eficiente ni lo más sostenible”, enfatizó. Así, “hemos optado por el compostaje comunitario teniendo en cuenta las experiencias de otras comarcas como  Jacetania, donde los resultados son bastante satisfactorios”, añadió el consejero de Medio Ambiente.

El contrato de la obra, adjudicado hace un par de semanas, “incluye el suministro de materiales y la realización de obra civil, por lo que calculamos que la próxima primavera podremos poner en marcha el sistema, aunque se tiene que adjudicar la parte de información a la ciudadanía”, puntualizó.

Expectativas

El sistema se aplicará en los municipios “de manera voluntaria”, aunque en aquellas poblaciones de menor tamaño “se dimensionará a toda la población, porque vive poca gente”. En el caso de los municipios con mayor número de habitantes, como Alcorisa y Mas de las Matas, está previsto “probar el sistema en zonas concretas”, comentó Clemente, quien mostró su “confianza” en los buenos resultados de la iniciativa, puesto que “las experiencias en otras comarcas como la de Jacetania nos indican que el sistema funciona”.

Una estimación de menos a más de 47.300 a 157.700 kilos de compost

La estimación del proyecto es de que se generarían anualmente 157.700 kilos de compost en los ocho municipios, mediante una relación de 20-25 kilos por cada 100 kilos de materia de biorresiduos generada. Ese sería el rendimiento óptimo del sistema, con una participación del 100% de la población. No obstante, también se ha tenido en cuenta que el sistema puede tardar un tiempo en consolidarse, por lo que se han calculado mermas de hasta el 50 y el 70%, siendo la previsión menos optimista la que señala una producción anual de compost de 47.300 kilos de materia compostada.

En cualquier caso, la generación del compost requerirá de un proceso previo de tratamiento de la materia orgánica hasta su posible uso como abono orgánico. El proceso requiere del aporte del estructurante, maniobras de volteo de la materia depositada y trasiego hasta que, en un plazo de un año, se acabe reconvirtiendo el biorresiduos original que se genera en los domicilios y que constituye la fracción más importante de los residuos municipales. No en vano, alrededor del 41% de la materia depositada en los restos orgánicos se puede volver a recuperar.

Material estructurante con restos de poda de la zona

Para la generación de compost se necesitará material estructurante para introducir en el proceso de compostaje. Se trata de una fracción compuesta por materiales de origen vegetal que se añade a la materia orgánica para facilitar una mejor aireación de ésta y compensar su alto grado de humedad. Esto es, para dar estructura la materia orgánica.

Los aportes de material estructurante suelen contener materia seca, leñosa y triturada y que se espera sea obtenida de los restos de poda de la comarca.

El estudio que ha acompañado el proyecto contempla que la trituración de la poda procedente de los municipios de la comarca se lleve a cabo en las instalaciones del vertedero de la Agrupación 7, que servirá también de zona almacenaje antes de su posterior entrega a los operarios responsables del compostaje, quienes lo trasladarán a las áreas de compostaje, a demanda.

De la misma forma, también se contempla que el triturado de la madera se lleve a cabo en los pueblos donde se produzca el compostaje. En el inicio del proyecto se ha optado por la segunda opción, por lo que será necesario realizar un estudio de la generación de poda por municipio, así como de las características de la madera en cada caso.

Según consta en el proyecto, la mezcla de materia orgánica y estructurante se realizará en la proporción de 1:1 o, en todo caso, de 1:2. Para su almacenaje “in situ” se ha dispuesto que cada línea de compostaje lleve asociado un contenedor con tapa cerrada para mantener los restos de poda secos y en condiciones óptimas para su uso. Así las cosas, con 23 líneas de compostaje se requerirán 23 metros cúbicos de material estructurante para el arranque del proceso, de modo que queden cubiertas las necesidades mínimas para los dos primeros meses de trabajo. Extrapolado a un año se estima una cantidad de 138 metros cúbicos de material como cantidad máxima requerida.

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