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Las Jornadas de Patrimonio concluyen que se puede aunar vestigios industriales con turismo

Un recorrido guiado por la vía verde de Val de Zafán desde Samper de Calanda a La Puebla de Híjar puso punto y final ayer domingo a mediodía a las actividades de las Jornadas de Patrimonio del Bajo Martín que, desde el día 11 de este mes, han guiado a los vecinos de los pueblos de la comarca por los lugares más destacados del patrimonio industrial de su entorno más próximo.

Este recorrido por el trazado del antiguo ferrocarril fue el colofón a toda una serie de actividades que, en la última semana y media, ha organizado el Centro de Estudios del Bajo Martín con el fin último de que los vecinos de La Puebla, Híjar, Samper de Calanda, Albalate, Urrea, Castelnou, Andorra y Escatrón conozcan los vestigios que quedan todavía en pie y que son reflejo de distintas actividades manufactureras en la comarca. Y, además de que las conozcan, estas jornadas han buscado otro objetivo: que los vecinos aprecien y valoren todo este patrimonio

Tal y como señaló José Ángel Guimerá, presidente del Centro de Estudios del Bajo Martín, “durante estos días hemos conseguido poner en valor un patrimonio que nos queda en el territorio y concienciar a los vecinos de lo importante que es preservarlo”. No en vano, añadió, “a lo largo de estos días hemos observado que este patrimonio industrial que tenemos abandonado en el territorio puede reaprovecharse si lo recuperamos como recurso turístico”. A su alrededor, “pueden surgir muchos proyectos, como bien hemos visto en estas jornadas”, añadió Guimerá.

Se refería el presidente a los dos proyectos turísticos que se han presentado en los últimos días, uno de ellos relacionado con una ruta del agua en La Puebla de Híjar. “Es una iniciativa que bien podría enlazarse o vincularse con el molino de Castelnou, lo que convertiría esta propuesta en una iniciativa comarcal”, enfatizó.

Otra de las iniciativas turísticas, de mayor envergadura, la presentó este sábado José Vicente Querol, gerente del Grupo de Acción Local (GAL) Adibama. Se trata de una propuesta en la que, bajo el nombre de Tierra minera, están involucrados varios grupos que gestionan programas Leader en España y que pretende poner en valor distintos recursos mineros en nuestro país. “En este caso, la idea consiste en recuperar la memoria minera de estas comarcas, tanto en lo que concierne al carbón como al sector del alabastro”, detalló Guimerá. Asimismo, el proyecto tiene previsto incorporar la realidad virtual o aumentada para que, a través de la tecnología, sea posible revivir cómo eran las antiguas centrales y minas de la zona.

Con todo, Guimerá enfatizó que “del patrimonio industrial y de su utilización como recurso turístico tenemos que decir que no solo son importantes los edificios o restos que tenemos, sino el relato que se puede construir a partir de ellos, porque hay una historia de vida de las gentes de esta comarca detrás de ello”. En este sentido, enfatizó que no solo La Puebla o Castelnou tienen posibilidades en este aspecto, sino el resto de municipios: “no nos podemos olvidar de que algunos de ellos, como es el caso de Albalate del Arzobispo, tienen un gran número de espacios que han sido declarados de interés cultural”.

Valoración positiva

El Centro de Estudios del Bajo Martín realizó ayer durante la clausura de las jornadas una valoración muy positiva de esta quinta edición, en la que los vecinos han asistido a charlas, ponencias o excursiones relacionadas con el mundo del agua y sus usos, la agroindustria, el ferrocarril, la propia minería o las industrias energéticas. Una de las excursiones, por ejemplo, se realizó hasta el entorno de la antigua central de Escatrón, que sigue abandonada y que Guimerá consideró que “sería una excelente idea que pudiera ser visitable, puesto que hacerlo sería un reclamo que estamos convencidos atraería gente interesada”, dijo. En este sentido, se refirió a la visita que realizaron al Monasterio de Rueda el pasado día 19. “Se restauró hace tiempo, y se ha creado una hospedería en un lugar donde no hay una gran oferta de ocio, así que nos preguntamos por qué no se puede hacer visitable la antigua central de Escatrón, que está a muy poco de allí”, añadió.

No han faltado las conferencias, mesas redondas, exposiciones, actividades y visitas guiadas a las que ha asistido, además, un buen número de gente, algo que el Centro de Estudios ha logrado gracias a las facilidades que ha dado a los vecinos, poniendo a su disposición un autobús para desplazarse de una localidad a otra.

“Con la participación de los vecinos estamos muy satisfechos y gratamente sorprendidos, porque, a pesar del frío que hemos tenido, mucha gente ha respondido muy bien y en las conferencias se han llenado, por ejemplo, todas las sillas disponibles”.

Chimenea de Andorra

Derivadas de estas jornadas se producirá en los próximos días otra iniciativa. El Centro de Estudios creará un formulario web para pedir que no se derribe la chimenea de la central térmica de Andorra, que es “un símbolo para toda la comarca”, añadió Guimerá, quien anunció que se firmará un manifiesto y que “nos coordinaremos con otras asociaciones para, al menos, intentarlo”, aunque consideró que “está difícil, porque la decisión de derribarla está tomada”. En relación a esta cuestión, enfatizó que “no debemos olvidar que ésta es la estructura más elevada de la Comunidad Autónoma”.

Quinta edición

Ésta ha sido la quinta edición de las Jornadas de Patrimonio, que en anteriores ediciones estuvieron dedicadas al patrimonio judío, a Agustín Sanz, arquitecto de la Casa ducal de Híjar, al patrimonio morisco, entre otros temas.

Las dedicadas al patrimonio judío en el Bajo Martín acabaron convirtiéndose en un coloquio internacional sobre patrimonio judío en España y tuvieron una mayor trascendencia, puesto que “conseguimos que se hicieran excavaciones en la sinagoga de Híjar que demostraron que hasta la techumbre de lo que hoy es la ermita formaba parte de la antigua sinagoga, y ahora ahí sigue”, destacó Guimerá.

Festival de cine

Después de terminar esta programación, el Centro de Estudios tendrá la tarea de documentar las conferencias, ponencias y conclusiones, y todo ese trabajo verá la luz en el próximo Rujiar, la revista que da cuenta de la actividad del centro.

El próximo año “tocará volver a hacer el Festival de cine de temática rural (festival y cortometraje se alternan un año tras otro). En este sentido, recordó que “la revista que surja después del festival estará especializada en temática rural y será, como ya es, la única publicación científica que habla de cine rural en nuestro país”, resaltó el presidente.

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