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El Gobierno de Aragón calcula la huella de carbono de 12 edificios públicos para minimizar su impacto en el cambio climático

De modo más concreto, los inmuebles son el Banco de Sangre y Tejidos de Aragón, el Centro Artesanía de Aragón, la Casa Amarilla (Servicio de Salud y Producción Animal del CITA), el edificio Pignatelli, la sede del Gobierno de Aragón en la Plaza San Pedro Nolasco de Zaragoza, el IES Rodanas de Épila, el IES Torre de los Espejos de Utebo y la Residencia Juvenil Ramón y Cajal de La Almunia, todos ellos en Zaragoza; el Centro Salud Pirineos en Huesca; y el Centro de Innovación en Bioeconomía Rural, la Delegación Territorial Gobierno de Aragón en Teruel y la Oficina Delegada Gobierno Aragón en Alcañiz, en la provincia de Teruel.

El cálculo de la huella de carbono permite cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero que son liberados a la atmósfera como consecuencia de una actividad determinada. Esta cuantificación permite tomar conciencia del impacto que genera dicha actividad en el entorno. Se trata, así pues, del primer paso en el camino de la mejora y el compromiso de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, ya que no se puede actuar sobre lo que no se mide previamente.

En este caso, para tener una radiografía completa y poder implantar medidas de reducción precisas, se han calculado las emisiones para los alcances 1, que agrupa las emisiones directas que provienen de fuentes que son propiedad o están controladas por la entidad; 2, que incluye las emisiones indirectas de la generación de electricidad adquirida y consumida por la institución; y 3, que son las emisiones indirectas, es decir, son consecuencia de las actividades de la entidad, pero ocurren en fuentes que no son propiedad ni están controladas por ella.

Según los datos arrojados por el cálculo, la mayor fuente de emisión se ubica en este último alcance, y deriva de los desplazamientos in itinere realizados por el personal que trabaja en estos centros, con un 54% del total. La electricidad es la responsable del 17% de las emisiones, mientras que los combustibles fósiles se revelan también como grandes contaminantes, ya sea por su uso en las instalaciones (14%) o por su empleo en vehículos que son propiedad de estos centros (12%). Otras fuentes de emisión identificadas son los gases refrigerantes (2%), el papel (1%), los desplazamientos profesionales (0,51%) o el agua (0,17%).

Partiendo de estos datos, se han identificado algunas medidas de reducción. Entre estas, destaca la recomendación de fomentar el uso de transporte público y el teletrabajo u ofrecer estacionamientos para bicicletas, para disminuir las emisiones in itinere, incrementar el consumo de energía con certificados Garantías de Origen Renovable (GdO) 100% renovable, renovar la flota de vehículos a eléctricos o híbridos, realizar mantenimientos preventivos para el control de fugas de gases refrigerantes, reducir o evitar el consumo de combustibles fósiles en las instalaciones fijas sustituyendo los equipos por otros más eficientes o que empleen energías limpias y sustituir el papel virgen por papel reciclado.

Más allá de este análisis, cabe destacar que el cálculo se ha inscrito en el Registro de Huella de Carbono de la Oficina Española de Cambio Climático, con el objetivo de llevar un seguimiento anual y poder medir el progreso, obteniendo la resolución positiva el 16 de enero de 2024.

Jornada formativa

Con el objetivo de fomentar el cálculo de huella de carbono en edificios públicos, se ha celebrado hoy una jornada formativa en la sala Jerónimo Zurita del Edificio Pignatelli (Zaragoza) dirigida a los empleados públicos del Gobierno de Aragón en la que se ha explicado en qué consiste el cálculo y registro de huella de carbono de edificios públicos y la metodología y herramientas para ello.Se ha contado con la participación de Fundación ECODES como responsable del proyecto de cálculo de Huella de Carbono en edificios públicos, de representantes de Suelo y Vivienda de Aragón, del Ayuntamiento de Sabiñánigo y de Aragonesa de Servicios Telemáticos (AST), para explicar su experiencia en este ámbito, y de la Oficina Española de Cambio Climático como responsable del Registro de Huella de Carbono.

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