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Los incendios dañan el verano en Europa: el 48% de los países arde por encima del promedio de los últimos 15 años

Otro verano más, Europa se ha convertido en un infierno de llamas. Los incendios forestales no han dado respiro al viejo continente, que cada año ve cómo la crisis climática intensifica el calor y contribuye a desencadenar grandes focos. En Grecia, el cielo ha estado dominado por el humo y el sonido de las turbinas de los aviones de extinción, al igual que en Portugal, Italia, España, Francia y gran parte del territorio de la Unión Europea.

Los datos, a pocas semanas de que el verano se clausure oficialmente, no son alentadores y al menos el 48% de los países de la UE tiene en lo que va de 2023 más hectáreas calcinadas que el promedio anual de las últimas décadas (2006-2022).

Es decir, 12 Estados, entre ellos España, tienen a cuatro meses de que termine el año una superficie de territorio quemada superior a la media anual, según los datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS). En total, al menos 405.983 hectáreas han ardido en Europa en lo que va de año y la mayoría de los focos se concentran en los meses de verano.

Los datos de Grecia, sin duda, son los más preocupantes. El fuego ha reducido a cenizas más del triple de la superficie forestal que de media se ha quemado anualmente en los últimos 15 años. De hecho, el foco de la región de Evros, que lleva activo más de diez días, ha pasado a ser el incendio registrado más devastador en la historia de Europa, con 90.000 hectáreas quemadas.

Los daños causados por este incendio representan ya el 53% de todos los terrenos quemados en lo que va de año en el país heleno, según datos del Servicio Copérnicus de Vigilancia de Cambio Climático y Medio Ambiente de la UE(C3S).

España, el segundo país más afectado

Las llamas también han marcado el verano de España, que se ha convertido en el segundo país de Europa con peores datos. En lo que va de año han ardido 84.629 hectáreas, mientras que en el promedio anual de 2006-2022 fueron 81.058 hectáreas, según datos del EFFIS.

Pese a todo, este no ha sido uno de los veranos más siniestros de España. Si se compara con el año anterior, la superficie afectada por el fuego abarcaba 105.753 hectáreas, uno de los peores datos de la última década.

Los servicios de prevención han sido importantes para explicar esta rebaja anual, pero también las condiciones meteorológicas que la Aemet ya anticipaba en junio como ligeramente fresco. De hecho, el final de agosto ha estado marcado por un descenso en las temperaturas y por condiciones más propias del otoño.

Fuente: Público

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